Pregunta: ¿Quién era el discípulo a quien Jesús amaba?
Respuesta:
El Evangelio de Juan es el único Evangelio que menciona "al discípulo a quien Jesús amaba". Juan 13:23 nos dice: "Y uno de ellos, el discípulo a quien Jesús amaba, estaba recostado al lado de él." Juan 19:26 declara: "Cuando Jesús vio a su madre, y al discípulo a quien él amaba que estaba presente, le dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo." Juan 21:7 dice: "Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba le dijo a Pedro: ¡Es el Señor!" Este discípulo nunca se identifica específicamente, pero la identidad del discípulo a quien Jesús amaba es clara. El discípulo a quien Jesús amaba se auto-identifica como el autor del evangelio (Juan 21:24), a quien la mayoría de los estudiosos creen que es el apóstol Juan, el hijo de Zebedeo y hermano de Santiago.
Primero, sólo el Evangelio de Juan menciona al "discípulo a quien Jesús amaba". Segundo, Juan 21:2 nos da a conocer quién estaba pescando con Pedro: "Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos de sus discípulos." El apóstol Juan era un hijo de Zebedeo (Mateo 4:21). Tercero, había tres discípulos que estaban especialmente cerca de Jesús: Pedro, Santiago y Juan (Mateo 17:1; Marcos 5:37; 14:33; Lucas 8:51). El "discípulo a quien Jesús amaba" no podría ser Pedro, ya que Pedro le hace una pregunta a Jesús en cuanto a este discípulo (Juan 21:20-21). Eso nos deja con Santiago o Juan. Jesús hizo una declaración sobre el posible "longevidad" de la vida del discípulo a quien amó en Juan 21:22. Santiago fue el primero de los apóstoles en morir (Hechos 12:2). Aunque Jesús no prometió al discípulo a quien amaba una larga vida, sería muy inusual que Jesús dijera: "Si quiero que él permanezca hasta que yo venga, ¿qué te importa a ti?" si el discípulo a quien amaba iba a ser el primer discípulo en morir.
La historia de la iglesia nos dice que el apóstol Juan vivió hasta los años 90 d.C. y fue el último apóstol superviviente. La tradición temprana de la iglesia fue unánime en identificar a Juan como el discípulo a quien Jesús amaba. Parece que Juan tenía una relación más cercana con Jesús que cualquiera de los otros discípulos. Jesús y Juan eran esencialmente "mejores amigos". Jesús confió a Juan el cuidado de su madre, le dio a Juan la visión de la transfiguración, permitió a Juan ser testigo de sus milagros más asombrosos y más tarde le dio a Juan el libro de Apocalipsis.
