Respuesta:
La doctrina del justo medio—a veces denominada el justo medio áureo—es un dogma griego asociado a menudo con el marco ético de Aristóteles. Aristóteles enseñaba que los seres humanos son agentes racionales, y que sus acciones se dirigen intencionadamente hacia fines concretos, que consideran buenos. Estas acciones se dirigen hacia el concepto aristotélico de Eudaimonia, que básicamente puede considerarse como "la vida buena".
Para alcanzar la Eudaimonia es fundamental el ejercicio de la virtud, parte del cual está moderado por la doctrina del justo medio. En este contexto, medio se refiere a un punto medio entre dos extremos. La doctrina del justo medio enseña que la virtud se encuentra a medio camino entre dos vicios. Alcanzar la media de oro es vivir en un punto intermedio entre los extremos del exceso y la deficiencia.
Un ejemplo habitual que se da para explicar la doctrina del justo medio es la virtud del valor, que se considera equilibrada entre los sentimientos de miedo y confianza. Un exceso de confianza podría conducir a acciones temerarias; un exceso de miedo, a la cobardía. Se dice que un individuo que domina la virtud del valor evita ambos extremos.
En las Escrituras se pueden encontrar matices del concepto del justo medio. Por ejemplo, Proverbios 30:8-9 dice: "No me des pobreza ni riqueza; Dame a comer mi porción de pan, no sea que me sacie y te niegue, y diga:
"¿Quién es el Señor?". O que sea menesteroso y robe, y profane el nombre de mi Dios" (NBLA). Podría considerarse que la virtud cristiana del contentamiento se consigue evitando los extremos o pecados del exceso y la avaricia.
Algunos maestros cristianos también se han referido a la media de oro en sus escritos. Por ejemplo, Basilio de Cesarea escribe: "Los rectos de corazón tienen pensamientos que no se inclinan ni al exceso ni a la deficiencia, sino que se dirigen hacia el término medio de la virtud". Tomás de Aquino (que veneraba a Aristóteles) escribió: "El mal consiste en la discordancia de su regla o medida. Ahora bien, esto puede suceder tanto por exceder la medida como por no alcanzarla... Por tanto, es evidente que la virtud moral observa la media".