Respuesta:
El diccionario define la doxología como "una expresión de alabanza a Dios, especialmente un himno corto cantado como parte de un servicio de adoración cristiana". La palabra doxología proviene del griego doxa, ("gloria, esplendor, grandeza") y logos, ("palabra" o "hablar"). La mayoría de las doxologías son himnos cortos de alabanza a Dios en varios servicios de adoración cristiana, a menudo agregados al final de cánticos, salmos e himnos.
La Gloria Patri, así llamada por sus primeras dos palabras en latín, es comúnmente usada como una doxología por católicos romanos, católicos antiguos, católicos independientes, ortodoxos y muchos protestantes incluyendo anglicanos, presbiterianos, luteranos, metodistas y bautistas reformados. Se la llama la "Doxología Menor", así distinguida de la "Gran Doxología", Gloria in Excelsis Deo, y a menudo se la llama simplemente "la Doxología". El texto latino de la Doxología Menor es "Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in sæcula sæculorum. Amen.” Traducido literalmente, significa “Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén". Además de alabar a Dios, esta doxología es también una breve declaración de fe en la coigualdad de las tres Personas de la Santísima Trinidad.
Otra doxología comúnmente escuchada es "Alabad a Dios de quien provienen todas las bendiciones", que fue escrita en 1674 por Thomas Ken, un sacerdote de la Iglesia de Inglaterra. Las palabras familiares son "Alabad a Dios, de quien todas las bendiciones fluyen; Alabadle, todas las criaturas aquí debajo; Alabadle arriba, vosotros, huestes celestiales; Alabad al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén."
Aunque la palabra doxología no se encuentra en la Biblia, los temas expresados en las doxologías son ciertamente bíblicos. Alabar a Dios por sus bendiciones (Efesios 1:3), atribuirle toda la gloria (Romanos 11:36; Efesios 3:21), y afirmar la Trinidad (Mateo 28:19) siempre han sido partes integrales de la verdadera adoración cristiana.