Respuesta:
De la manera más simple, la elección corporativa se refiere a la elección de Dios de un grupo de personas. La elección corporativa se contrasta con la elección individual (o particular), en la que Dios elige a personas individuales. En la elección corporativa, los miembros de un grupo particular son elegidos por Dios en virtud de su pertenencia a ese grupo. En cuanto a la salvación, tanto en la elección corporativa como en la individual, la salvación viene a través de la fe en Cristo.
La elección corporativa es la idea de que, cuando Dios eligió o predestinó a las personas para ser salvas, no eligió a personas individuales; más bien, Dios eligió a Cristo. Dado que Cristo es el elegido, todos los que acuden a Cristo en fe son parte del grupo elegido. Esta visión a veces se denomina "elección de clase" o se expresa como la predestinación de Dios en "el camino de la salvación". En otras palabras, "Dios eligió el plan, no el hombre". Él eligió la entidad corporativa en la cual la salvación puede tener lugar ("en Cristo"), pero no eligió a los individuos que serían salvos. Una persona solo se convierte en parte de los elegidos cuando ejerce fe en Cristo. Las personas son "elegidas" cuando eligen unirse al grupo que Dios había elegido.
La Biblia tiene muchas referencias a la elección de Dios de un pueblo para él (Por ejemplo, 1 Pedro 2:9). Pero los grupos de personas están formados por individuos. El problema con la elección corporativa en la salvación es si Dios eligió a individuos específicos para ser salvos, o si eligió salvar a todos los que están "en Cristo" sin necesariamente seleccionar a cada miembro del cuerpo.
En la elección corporativa, la decisión final de ser salvado es del individuo. Si el individuo elige unirse al Cuerpo de Cristo (por fe en él), entonces será salvo. Elige convertirse en elegido cuando elige a Cristo. En contraste, la elección particular enseña que la elección final de ser salvado depende de Dios. Si Dios eligió a un individuo para ser salvo, entonces esa persona se unirá al Cuerpo de Cristo (por fe en Él). Dios elige a los elegidos, y los elegidos responden al llamado de Dios. Claramente, la elección corporativa tiende más hacia una forma de pensar Arminiana, mientras que la elección particular es más Calvinista.
La elección corporativa a veces se ilustra de esta manera: un decano de estudiantes de una universidad determina, antes del inicio del semestre, que la hermandad de mujeres Alpha Epsilon Mu será invitada a una cena especial con el presidente de la universidad. Todas las estudiantes en AEM pueden decir con razón: "Fuimos elegidas para asistir a la cena", incluso aquellas que solo se unieron a la hermandad una semana antes del evento. El decano no eligió a las estudiantes individualmente, sino corporativamente; sin embargo, cada una de ellas puede afirmar que ha sido elegida, en virtud de su pertenencia a la hermandad.
Si bien es cierto que Dios elige a grupos de personas (como la nación de Israel) para propósitos especiales, también elige a individuos. Jesús llamó a sus doce discípulos individualmente, seleccionándolos por nombre de un grupo más grande de seguidores, para realizar un trabajo específico. Cuando se trata de la cuestión de la salvación personal, Dios nos ha escogido como individuos: "Siempre damos gracias a Dios porque él os ha escogido desde el principio para salvaros por la santificación del Espíritu y por la fe en la verdad" (2 Tesalonicenses 2:13). Aquí Pablo dice a los creyentes tesalonicenses que Dios no solo los eligió para la salvación, sino que también los eligió para ser de los primeros en responder al evangelio. Esa declaración no puede ser generalizada ni despersonalizada en una "elección corporativa".
