Pregunta: ¿Qué significa que el Espíritu Santo nos enseñará todas las cosas (Juan 14:26)?
Respuesta:
En Juan 14:26 Jesús dice a Sus discípulos: "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho". Al estudiar este pasaje, como con todos los pasajes, necesitamos abordar el contexto inmediato y luego sacar aplicaciones para nosotros mismos para nuestro día.
Veamos primero lo que Jesús decía a Sus discípulos y el efecto del Espíritu Santo sobre ellos. En muchos pasajes del Evangelio queda claro que los discípulos no comprendían el significado final de las enseñanzas de Cristo sobre Su muerte, sepultura y resurrección. Un ejemplo de esto se encuentra en Juan 13:31-38. Después de la resurrección del Señor, el Espíritu Santo viene sobre los discípulos, como se registra en Hechos 2:1-13. Fijémonos en que, inmediatamente después, Pedro se dirige a la multitud y explica lo que está sucediendo en ese momento y predica la resurrección de Cristo. Así, se produjo el primer cumplimiento de Juan 14:26. Jesús dijo que el Espíritu Santo "os enseñará todas las cosas", y el día de Pentecostés los discípulos comprendieron lo que había sucedido con respecto a Jesús y especialmente el significado de Su muerte y resurrección.
Además, el Espíritu Santo recordó a los discípulos las enseñanzas de Jesús y los detalles de los acontecimientos de Su vida para registrarlos en los evangelios y explicarlos en las epístolas. El apóstol Juan escribió posteriormente: "Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre" (Juan 20:30-31). Y Pedro escribió: "no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo" (1 Pedro 3:9), una clara referencia a la enseñanza de Jesús en el Sermón del Monte (ver Mateo 5:43-47). Una vez más, Jesús había prometido a los discípulos que el Espíritu Santo "os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho", y como resultado tenemos el Nuevo Testamento.
Para los creyentes de hoy, el Espíritu Santo es quien nos ilumina para entender la Biblia. En el momento de la salvación, el Espíritu Santo habitó en nosotros y recibimos un nuevo corazón (Ezequiel 36:26). Como dijo el Señor a Israel: "Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos" (Ezequiel 36:27). Sin el Espíritu Santo, que nos capacita para comprender la Biblia y los mandamientos de Dios, no podríamos entenderlos ni obedecerlos. Pablo afirma esta realidad en 1 Corintios 2:13-14: " lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente". Así, para nosotros hoy, el Espíritu Santo nos capacita para entender, vivir y aplicar la Palabra de Dios en nuestras vidas.
En pocas palabras, en Juan 14:26 Jesús promete a Sus discípulos en el aposento alto que el Espíritu Santo los capacitaría y equiparía para recordar, escribir y aplicar la vida y las enseñanzas de Jesús. El Espíritu Santo los guio para registrar y escribir el Nuevo Testamento (2 Timoteo 3:16-17; 2 Pedro 1:20-21). Para nosotros hoy, el Espíritu Santo nos capacita para entender y vivir la Palabra de Dios mientras seguimos a Jesús, y nos trae a la memoria "la palabra implantada" en nosotros (Santiago 1:21).
