Respuesta:
Las Escrituras demuestran que, antes de comenzar Su ministerio, Jesús trabajó como carpintero. Su padre terrenal, José, también era carpintero, lo que significa que Jesús probablemente aprendió de él. Es extraño pensar que un hombre le enseñó a Dios hecho hombre a construir cosas, pero parece que en esto, como en todos los demás aspectos de Su vida terrenal, Jesús se sometió a Sí mismo a la humildad de ser completamente humano (Filipenses 2:6–8).
La gente llamaba a Jesús un carpintero (Marcos 6:3), y era conocido como el hijo del carpintero (Mateo 13:55). Hay algunas pruebas de que la palabra griega utilizada para "carpintero" (tekton) también podría traducirse de manera más amplia como "artesano", "contratista" o "persona de mantenimiento". Por lo tanto, es posible que Jesús y José fueran el tipo de hombres a los que llamas cuando necesitas arreglar algo, ya sea de madera, piedra u otra cosa. También es posible que actuaran como ingenieros civiles, incluso diseñando puentes u otras estructuras necesarias para la gente del pueblo. Esto aporta una perspectiva interesante a los comentarios posteriores de Jesús sobre el templo. Mientras pasaban por el templo, Sus discípulos, quizás conociendo Sus intereses y Su antigua profesión, resaltaron la grandeza de los grandes edificios. Jesús le dijo a Sus discípulos que todas esas estructuras serían derribadas (Marcos 13:2). Además de ser una profecía, las palabras de Jesús tal vez eran un recordatorio de la importancia de lo espiritual sobre lo físico.
Jesús profetizó que los judíos destruirían el templo y que Él lo levantaría de nuevo en tres días. Con esto, se estaba refiriendo a Su resurrección (Juan 2:19–21). Al recordar esta declaración después de Su muerte y resurrección, los discípulos creyeron en Él (versículo 22). La noche de Su arresto, Jesús le habló a Sus discípulos de un futuro proyecto de construcción Suyo: "os preparare lugar" (Juan 14:3). El Hijo de Dios y el Carpintero de Nazaret está ahora mismo construyendo Su iglesia (Mateo 16:18) y preparando una morada eterna para todos los que confían en Él.
