Respuesta:
La respuesta corta a esta pregunta es, sí, el Espíritu Santo como se describe en la Biblia es totalmente Dios. Junto con Dios Padre y Dios Hijo (Jesucristo), Dios Espíritu es el tercer miembro de la Divinidad o la Trinidad.
Aquellos que cuestionan la idea de que el Espíritu Santo es Dios, sugieren que el Espíritu Santo puede ser simplemente una fuerza impersonal cualquiera, una fuente de poder controlada por Dios, pero no completamente una persona en sí misma. Otros sugieren que tal vez el Espíritu Santo es sólo otro nombre para Jesús, en forma de espíritu, aparte de Su cuerpo.
Sin embargo, ninguna de estas ideas coincide con lo que la Biblia dice realmente sobre el Espíritu Santo. La Biblia describe al Espíritu Santo como una persona que ha estado presente con el Padre y el Hijo desde antes del principio del mundo. El Espíritu es parte esencial de todas las cosas que la Biblia dice que Dios hace.
El Espíritu de Dios estaba presente e involucrado en la creación (Génesis 1:2; Salmo 33:6). El Espíritu Santo inspiró a los profetas de Dios con las palabras de Dios (2 Pedro 1:21). Los cuerpos de aquellos que están en Cristo se describen como templos de Dios porque el Espíritu Santo está en nosotros (1 Corintios 6:19). Jesús tenía claro que para "nacer de nuevo", para convertirse en cristiano, hay que nacer "del Espíritu" (Juan 3:5).
Una de las afirmaciones más convincentes en la Biblia respecto a que el Espíritu Santo es Dios, se encuentra en Hechos 5. Cuando Ananías mintió sobre el precio de una propiedad, Pedro dijo que Satanás había llenado el corazón de Ananías para "mentir al Espíritu Santo" (Hechos 5:3) y concluyó diciendo que Ananías había "mentido a Dios" (versículo 4). Las palabras de Pedro igualan al Espíritu Santo con Dios; habló como si el Espíritu y Dios fueran uno solo.
Jesús dijo a Sus discípulos que el Espíritu Santo, el Consolador, era diferente de Él. El Padre enviaría al Consolador, el Espíritu de verdad, después que Cristo partiera. El Espíritu hablaría de Jesús por medio de ellos (Juan 14:25-26; 15:26-27; 16:7-15). Las tres personas que Jesús menciona son Dios, aunque son distintas entre ellas dentro de la Trinidad.
Los tres miembros de la Trinidad se muestran, juntos pero distintos, en el bautismo de Jesús. Cuando Jesús sale del agua, el Espíritu desciende sobre Él como una paloma mientras que la voz del Padre se oye desde el cielo diciendo que está complacido con Su amado Hijo (Marcos 1:10-11).
Finalmente, la Biblia describe al Espíritu Santo como una persona, no como una simple fuerza. Podemos contristarlo (Efesios 4:30). Tiene una voluntad (1 Corintios 12:4-7). Usa su mente para escrudriñar las cosas profundas de Dios (1 Corintios 2:10). Y tiene comunión con los creyentes (2 Corintios 13:14). Claramente, el Espíritu es una persona, así como el Padre y el Hijo son personas.
De hecho, la Biblia es categórica en cuanto a que el Espíritu Santo en realidad es Dios, así como Jesucristo y el Padre son Dios.