Respuesta:
El escapismo es el intento de dejar de lado pensamientos o sentimientos negativos buscando una distracción de la realidad. A menudo adopta la forma de fantasía, en la que uno imagina o sueña con un mundo diferente. El escapismo también puede expresarse de forma material. Puede incluir el uso de comida, sexo, drogas o deportes. El término escapismo se utiliza con frecuencia en sentido negativo, sugiriendo que las personas que buscan diversiones evitan irresponsablemente la "vida real". Sin embargo, cualquier actividad que pretenda apartar la mente de algún aspecto de la vida cotidiana es una forma de escapismo. Como tal, no todo escapismo es malo. Por supuesto, en exceso—o del tipo equivocado—puede ser muy perjudicial.
En sentido amplio, prácticamente todas las formas de entretenimiento podrían considerarse tipos de escapismo. Naturalmente, la gente se cansa de concentrarse directamente en las pesadas cargas de la vida, como el trabajo, los problemas de salud, las tareas domésticas, los impuestos, las obligaciones familiares, las listas de cosas por hacer, etcétera. El ocio, en general, ayuda a una persona a "escapar" temporalmente del peso mental y espiritual de esos problemas. Cuando alguien lee un libro, ve una película, practica un deporte, escucha su música favorita, sueña despierto o se entrega a un pasatiempo, se está tomando un descanso de los aspectos menos agradables de la "realidad".
Sin embargo, en su mayor parte, el término escapismo se refiere específicamente a actividades que apartan directamente nuestras mentes y pensamientos del mundo real. Las fantasías, incluidos los libros o películas sobre otros mundos, son solo una expresión de ello. En este sentido, el verdadero escapismo es una forma de salir del mundo "real". Significa buscar algo diferente, algo mejor o algo más acorde con nuestros gustos. En concreto, la intención de evadirse es la característica clave del escapismo clásico; es un intento deliberado de huir de la realidad al menos durante un tiempo.
La Biblia describe cosas como el trabajo y el esfuerzo en términos positivos (Colosenses 3:23; Proverbios 12:11; 18:9). Al mismo tiempo, el concepto de "descanso" es fundamental en la relación de Dios con la humanidad (Génesis 2:1-3; Éxodo 20:11; Marcos 2:27). No hay nada antibíblico en "tomarse un descanso", ya sea físico o mental. Parte de lo que podría llamarse "escapismo" encaja en esta categoría: una forma aceptable de descansar de las presiones cotidianas de la vida. C. S. Lewis defendió con frecuencia el valor de la literatura fantástica y la imaginación por esta misma razón. Las diversiones no están mal simplemente porque impliquen imaginar un mundo diferente o cambios en este.
Aunque la Biblia anima a recrearse y refrescarse adecuadamente, también advierte contra los excesos. Malgastar nuestro tiempo, incumplir nuestras obligaciones, dañar nuestro cuerpo o jugar con la adicción son señales de que hemos cruzado la línea que separa el descanso razonable del escapismo excesivo. Dios nos anima a recargarnos (Mateo 11:28) y a esperar un mundo nuevo y mejor (Hebreos 11:14-16). Aun así, Él no quiere que ignoremos tontamente lo que es actual y real (1 Corintios 8:9; 2 Pedro 3:17).