Respuesta:
El "espíritu de leviatán" es uno de los muchos términos relacionados con un concepto particular de la opresión demoníaca. Al sacar de contexto las referencias bíblicas al leviatán y a otras criaturas, algunas personas han inventado toda una mitología de criaturas demoníacas únicas y les han atribuido ciertos comportamientos perversos. Este mito es la base de los llamados ministerios de liberación, que tratan de expulsar a esos espíritus malignos. En algunos grupos del movimiento carismático, se considera que los demonios son la causa de casi todas las enfermedades, dificultades y problemas.
Aquellas personas que creen en el espíritu del leviatán utilizan referencias a la criatura descrita en el libro de Job y en versículos como Isaías 27:1. De esta manera, Las descripciones bíblicas se interpretan de forma completamente espiritual, en lugar de física. Se enfatiza especialmente la relación que tiene la palabra hebrea liw'yā'tān con el concepto de "retorcer" o "enroscar". Sobre la base de esto, y poco más, los que creen en el "espíritu del leviatán" deducen la existencia de una entidad demoníaca específica, el "espíritu del leviatán" que oprime a la gente. El espíritu del leviatán es supuestamente el culpable de tergiversar el significado de las palabras de la gente, de que las personas se opongan entre sí y de provocar disturbios.
Otros sugieren que el "espíritu del leviatán" provoca terquedad y rebelión contra Dios. Por otra parte, el espíritu es culpado de varios problemas físicos, en su mayoría relacionados con rigidez y problemas de espalda. Además, otros culpan al espíritu de leviatán por el insomnio, la falta de crecimiento espiritual, la manipulación en los medios de comunicación, el orgullo, las dificultades para leer y/o las disputas personales. Y otro grupo cree que existen muchos «espíritus leviatanes», independientemente de que tengan o no alguno de estos efectos.
Está claro que hay una enorme variedad de creencias sobre lo que es un "espíritu de leviatán" y lo que hace. Esto no es sorprendente, ya que todo el concepto de un espíritu leviatán se basa prácticamente en ninguna información bíblica y en una cantidad escandalosa de especulaciones locas. Como resultado, no se puede encontrar una enseñanza coherente o sólida al respecto. Las funciones del "espíritu de leviatán", según lo entiende una persona, podrían coincidir totalmente con el comportamiento de otros espíritus, a los que se les da nombres como Pitón o Kundalini, o se clasifican en categorías como "espíritus del agua".
Las Escrituras no nos dan motivos para creer que existe un ente demoníaco llamado Leviatán o que los cristianos tienen la capacidad específica de reprenderla o hacerle exorcismo. La Biblia tampoco nos dice que debamos diagnosticar problemas espirituales identificando un demonio en particular. Puede que un ente demoníaco esté involucrado en la lucha espiritual de una persona, pero la Biblia no nos da pautas para "reprenderlo". Solucionar la situación requiere oración, discipulado y obediencia a Dios. Inventar una mitología de demonios y convertir la Palabra de Dios en un libro de especulaciones descabelladas es contraproducente.