Respuesta:
La Biblia habla de los ángeles como seres reales, auténticos. Sin embargo, la representación de los ángeles en las Escrituras es muy diferente al concepto que tiene la gente de ellos. La Biblia describe a los ángeles como criaturas inmensamente poderosas, intimidantes y misteriosas. Sirven a Dios para razones específicas y no parecen ser criaturas deambulantes o del azar. Aunque no tenemos mucha información sobre los ángeles en la Biblia, la información que tenemos es suficiente para corregir muchos conceptos erróneos que comúnmente se tienen.
La palabra ángel viene de la palabra griega aggelos (o angelos), que literalmente significa "mensajero". En el hebreo del Antiguo Testamento, a estos seres se les llama mal'ak, que significa lo mismo, "mensajero". La comunicación parece ser la función principal de los ángeles en la Biblia. La mayoría de las alusiones sobre los ángeles se refieren a que ellos entregan alguna noticia o mandamiento en nombre de Dios. Ocasionalmente se les describe como protectores de ciertas personas (Daniel 6:20-23) o naciones (Daniel 12:1). Sin embargo, no hay un apoyo bíblico directo al concepto de "ángel guardián", es decir, una entidad espiritual única que se asigna a una persona específica con fines de protección o guía — a pesar de que tales seres puedan existir.
En los tiempos modernos, las representaciones comunes de los ángeles incluyen cosas como aureolas, alas de plumas, cabello rubio, arpas y túnicas blancas, o bebés gorditos con alas diminutas y ojos brillantes. En realidad, la Biblia no da una descripción física general de los ángeles. Sólo se dan detalles visuales concretos de algunos tipos de seres, tales como los querubines y serafines (Isaías 6:2-6; Ezequiel 1:4-28). Sólo un ángel, en la tumba vacía de Jesús, fue descrito alguna vez con una túnica blanca (Marcos 16:5). Las Escrituras indican que los ángeles pueden tomar una forma humana común (Génesis 19:1-4).
Dicho esto, la mayoría de las personas en las Escrituras que se encuentran con ángeles reaccionan con miedo. Casi cada vez que un ángel se le aparece a alguien, las primeras palabras del ángel son: "¡No tengas miedo!" (Lucas 1:13, 30; 2:10; Mateo 28:5). Su presencia puede ser tan abrumadora que incluso a los apóstoles como Juan se les tuvo que advertir que no los adoraran (Apocalipsis 19:9-10). Esto tiene sentido, teniendo en cuenta el nivel de poder que la Biblia le atribuye a los ángeles. Como seres espirituales creados para servir a Dios, los ángeles no son tanto "lindos" sino más bien poderosos y de otro mundo.
Si observamos la Biblia, podemos decir que los ángeles son seres reales. Los ángeles bíblicos existen. Sin embargo, las versiones caricaturescas de los ángeles que se ven tan a menudo en las películas y en los anuncios no existen.