Respuesta:
La idea de que Moisés fue una persona real está directamente relacionada con la fiabilidad de la Biblia. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento se refieren a él como una figura real; incluso aparece durante la transfiguración de Cristo. La considerable evidencia que prueba la precisión de la Biblia también revela que Moisés era una persona real.
Los intentos de poner en duda la existencia de Moisés siempre empiezan por descartar la Biblia. Este punto de vista asume que, o bien los relatos del Antiguo Testamento son totalmente ficticios, o bien fueron fuertemente editados para crear el personaje de Moisés. Los que afirman que no hay registros antiguos que se refieran explícitamente a Moisés deben matizar la afirmación con "aparte de la Biblia", como si las Escrituras fueran automáticamente una fuente de información inválida. Los críticos suelen admitir que es casi seguro que existió una "figura similar a Moisés", ya que negar por completo la existencia de Moisés no tiene sentido ni para la historia ni para la arqueología.
Aunque Moisés no se menciona en los registros históricos egipcios, los arqueólogos también señalan que los historiadores egipcios son notoriamente autocontradictorios e ignoraban rutinariamente cualquier cosa poco halagadora para su faraón. No es de extrañar que los registros oficiales de Egipto no mencionaran a un esclavo que regresó tras cuarenta años en el desierto para devastar su nación.
Al mismo tiempo, existen pruebas arqueológicas que respaldan los acontecimientos del Éxodo. Las pruebas incluyen el Papiro Ipuwer, que habla de plagas como el hambre, la sangre, el fuego y los insectos. Incluye hallazgos arqueológicos en una ciudad llamada Kahun de una gran población de esclavos y una rápida evacuación. Las pruebas relacionadas con los faraones y los acontecimientos de la época también armonizan con el relato bíblico.
Exigir más pruebas de la existencia de Moisés iría mucho más allá de lo razonable. También superaría con creces el nivel de pruebas que existe para otros personajes históricos importantes. Es especialmente absurdo esperar que sobrevivan pruebas de primera mano de hace más de treinta siglos. El hecho de que tengamos pruebas de alguien como Moisés ya es de por sí algo digno de mención. Dado que las pruebas corroboran los hechos que se describen en el Éxodo, en particular, y en la Biblia, en general, hay muchas razones para creer que Moisés fue una persona real e histórica.
