Respuesta:
Por supuesto, Salomón vivió en la época del Antiguo Testamento y, por lo tanto, no experimentó el "nacer de nuevo" o la morada del Espíritu Santo, ya que eso no era posible antes de la ascensión de Cristo y el nacimiento de la iglesia (ver Juan 16:7). Los términos nacer de nuevo y salvo (en el sentido de la salvación eterna) son términos del Nuevo Testamento. Ese tipo de lenguaje no se usa para los santos del Antiguo Testamento. Entonces, cuando hablamos de que Salomón fue "salvo", simplemente nos referimos a su justificación ante Dios y a su presencia en el cielo hoy.
Dios utilizó grandemente a Salomón de muchas maneras. Recibió sabiduría y riquezas de Dios. Construyó un hermoso templo porque Dios lo eligió para eso, y la presencia de Dios más tarde habitó allí. La dedicación del templo por Salomón en 1 Reyes 8 es un acto humilde y asombroso, marcado por miles de sacrificios y una oración cargada de fe y alabanza. Dios utilizó a Salomón para escribir tres libros de la Biblia: Proverbios, Cantar de los Cantares y Eclesiastés. Dios dijo acerca de Salomón: "porque a este he escogido por hijo, y yo le seré a él por padre" (1 Crónicas 28:6). Sin duda, estos hechos nos permiten concluir que Salomón se salvó y hoy está en el cielo.
Por otro lado, el rey Salomón también pecó grandemente contra el Señor (1 Reyes 11:3–13). Lamentablemente, se casó con esposas paganas, construyó altares paganos para ellas e incluso él mismo participó en el culto pagano. La única razón por la que Dios no le quitó inmediatamente el reino a Salomón fue que Dios quería mantener Su pacto con David (1 Reyes 11:12). El registro de los pecados de Salomón, más el tono sombrío del libro Eclesiastés, ha llevado a algunos a sugerir que Salomón no se salvó y que hoy no se encuentra en el cielo.
Algunos señalan el hecho de que Salomón no se menciona en el gran salón de la fe de Hebreos 11 como otra pista de que no se salvó. Sin embargo, muchos otros personajes del Antiguo Testamento tampoco se mencionan allí, y Hebreos 11 nunca tuvo la intención de ser una lista completa de los redimidos.
Al igual que en la vida de David, hubo períodos de desobediencia en la vida de Salomón que requirieron confesión y arrepentimiento. ¿Pecan los creyentes de hoy en día? Claro que sí. Las acciones del pueblo de Dios no siempre coinciden con lo que profesan. Cuando los creyentes tropiezan, deben confesar sus pecados y recibir la limpieza prometida por Dios (1 Juan 1:9). Sabemos que David hizo exactamente eso (Salmo 51). ¿Lo hizo Salomón? Sí, creemos que lo hizo.
El libro del Eclesiastés es un estudio oscuro sobre una vida alejada de Dios. Salomón mira hacia atrás en sus años perdidos y no encuentra alegría en ellos, solo futilidad, vanidad y "aflicción de espíritu" (Eclesiastés 1:14). Pero había aprendido la lección, aunque por las malas, y concluye el libro con este consejo: "El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala" (Eclesiastés 12:13–14). Sin duda, esto suena a un hombre que ha vuelto al Señor y confía en Él.
Por supuesto, la respuesta final a si Salomón fue salvó o no, depende de Dios, no de nosotros. La salvación está en las manos de Dios y solo de Dios porque, como dice la Escritura, Dios mira el corazón (1 Samuel 16:7). Pero creemos que Salomón confiaba en Dios y, a pesar de su desobediencia, era un hijo de Dios. Sus escritos hablan claramente de un hombre que tenía una relación personal con Dios y conocía de primera mano la locura de vivir sin Dios. Suponemos que, a su muerte, Salomón fue al paraíso. A pesar de sus fallas y deficiencias, Salomón fue salvo, por gracia mediante la fe, al igual que nosotros hoy.