Pregunta: ¿Qué significa que fuera de la iglesia no hay salvación?
Respuesta:
Para algunos, decir que fuera de la iglesia no hay salvación es tan evidente que resulta redundante. Si todos los que están salvados o serán salvados conforman la verdadera iglesia, el Cuerpo de Cristo, entonces, por supuesto, aquellos que están fuera de la iglesia no están salvados. Decir "excluido de la iglesia" es simplemente otra forma de decir "no salvado". Una vez que las personas son salvadas, también están incluidas en la iglesia.
Sin embargo, algunos entienden la idea de manera diferente. La teología católica romana se adhiere a extra Ecclesiam nulla salus ("fuera de la iglesia, no hay salvación"). La salvación solo está disponible a través de la Iglesia Católica Romana (ICR) porque la ICR es donde Cristo mora y es el dispensador de la gracia de Cristo. Es a través de los sacramentos de la ICR que están bajo el control de la ICR y administrados por sacerdotes dentro de la ICR que uno puede acceder a la gracia de Cristo necesaria para la salvación.
Tomás de Aquino enseñó que fuera de la iglesia no hay salvación: “La unidad de la Iglesia existe principalmente por la unidad de fe; porque la Iglesia no es nada más que el conjunto de los fieles. Y porque sin fe es imposible agradar a Dios, por esta razón no hay lugar para la salvación fuera de la Iglesia. Ahora bien, la salvación de los fieles se consuma a través de los sacramentos de la Iglesia, en los cuales [sacramentos] es efectivo el poder de la Pasión de Cristo” (Exposición Primae Decretalis ad Archdiaconum Tudertinum, editado por Fr. R. Verardo, Opusculum Theologica, Vol. I, Marietta, Turin, 1954, p. 425).
En 1302, el Papa Bonifacio VIII emitió una bula papal en la que declaraba enfáticamente la doctrina de extra Ecclesiam nulla salus: “La Iglesia es una, santa, católica, y también apostólica. Creemos en ella firmemente y confesamos con simplicidad que fuera de ella no hay salvación ni remisión de pecados. . . . Es absolutamente necesario para la salvación que toda criatura humana esté sujeta al Pontífice Romano” (Unam Sanctum, Encíclicas Papales Online, www.papalencyclicals.net/bon08/b8unam.htm, accedido 16/6/22).
A principios del siglo XX, el Papa León XIII continuó afirmando la doctrina católica de que no hay salvación fuera de la Iglesia Romana: “Esta es nuestra última lección para ustedes: recíbanla, grábenla en sus mentes, todos ustedes: por mandato de Dios, la salvación no se encuentra en ningún otro lugar que no sea la Iglesia; el instrumento fuerte y efectivo de salvación no es otro que el Pontificado Romano” (“Alocución por el 25º aniversario de su elección”, 20 de febrero de 1903, Enseñanzas Papales: La Iglesia, Monjes Benedictinos de Solesmes, Ediciones San Pablo, 1962, ¶ 653).
Y esto del Papa Juan Pablo II en 1981: “El misterio de la salvación se nos revela y se continúa y se cumple en la Iglesia... y de esta única y genuina fuente, como agua 'humilde, útil, preciosa y casta', alcanza todo el mundo... Tenemos que ser conscientes y asimilar esta verdad fundamental y revelada, consagrada por la tradición: 'No hay salvación fuera de la Iglesia'. De ella sola fluye segura y plenamente la fuerza vivificante destinada en Cristo y en Su Espíritu” (“Mensaje de radio para la Vigilia Franciscana en San Pedro y Asís”, 3 de octubre de 1981, L'Osservatore Romano, 12 de octubre de 1981).
Todo lo anterior muestra que la Iglesia Católica Romana se considera a sí misma como la única propietaria de la salvación, y fuera de la Iglesia no hay salvación.
En años recientes, la doctrina de extra Ecclesiam nulla salus se ha suavizado hasta cierto punto. La enseñanza católica actual permitiría una excepción para aquellos que son inculpablemente ignorantes, es decir, aquellos que no conocían a Cristo ni a la ICR y, por lo tanto, no los rechazaron a sabiendas. Se hace otra excepción para aquellos que tienen una comprensión deficiente de la verdad pero actúan de acuerdo con su mejor entendimiento de la verdad. Algunos protestantes serían colocados en esta categoría al igual que las personas de otras religiones en todo el mundo. Dado el estado actual de las cosas, parece que la enseñanza de "fuera de la iglesia no hay salvación" solo se aplicaría a los herejes voluntarios.
Los evangélicos preferirían el dicho "fuera de Cristo no hay salvación", lo que significa que aparte de la fe en Cristo, nadie puede ser salvo. Esto incluiría a las personas que nunca han oído hablar de Cristo. No se les juzga por no creer en Uno de quien nunca han oído hablar, sino por no obedecer la ley de Dios tal como se les ha revelado. Según Romanos 1, nadie ha vivido a la altura de la ley de Dios tal como se ha revelado. Por lo tanto, todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23). "Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados" (Romanos 2:12). Por lo tanto, todos necesitan escuchar el evangelio. Sin creer las buenas noticias, nadie puede ser salvo.
