Pregunta: "¿Deben los cristianos buscar la iluminación espiritual?"
Respuesta:
Primero definamos el término "cristiano". Según la Biblia, un cristiano es un discípulo de Cristo (Hechos 11:26), alguien que ha hecho de Jesucristo el Señor de su vida y ha "nacido de nuevo" en la familia de Dios (Juan 3:3). El acto mismo de recibir a Jesucristo como Salvador y Señor es la máxima iluminación espiritual, porque Jesús dijo: "Yo soy la Luz del mundo" (Juan 8:12; 9:5). Cuando le invitamos a entrar en nuestra vida, Él envía el Espíritu Santo para que habite en nuestro espíritu (1 Corintios 6:19). Lo que estaba muerto por dentro cobra vida; lo que estaba oscuro se convierte en luz. Así que un cristiano nacido de nuevo ya ha alcanzado la verdadera iluminación espiritual.
El término iluminación espiritual suele tener matices de la Nueva Era y del misticismo oriental, remontándose a religiones creadas por el hombre, como el budismo, el hinduismo y el gnosticismo. Enseñar la bondad del ser interior, el trascendentalismo o la adoración de los ángeles es contrario a las Escrituras (Romanos 3:23; Colosenses 2:18). Dios es el Espíritu supremo, y cualquier búsqueda de "iluminación" debe conducir a Él a través de Su Hijo, o es una religión falsa (Éxodo 20:3; Isaías 45:5; Juan 14:6).
La meta de la iluminación espiritual es satisfacer el anhelo humano de inmortalidad y propósito. La gente ha intentado satisfacer ese anhelo a través de una variedad de experiencias emocionales que llaman "dios". Sin embargo, no podemos crear nuestros propios dioses. Tampoco podemos decidir cómo nos acercaremos al Dios real. Él ya existe, y la única forma en que un ser humano puede conocerlo verdaderamente es a través de Su Hijo, Jesucristo (Juan 10:30; 14:6). A causa de nuestro estado pecaminoso, no podemos acercarnos a un Dios santo por ningún otro medio. Todos los caminos NO conducen a Dios, por muy sincero que sea el que lo busque (Juan 3:16-18). Jesús es el camino. Cualquier religión o movimiento que ofrezca otro camino hacia la plenitud espiritual está alejándose de la verdadera iluminación, no acercándose a ella.
Dios dijo: "y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón" (Jeremías 29:13). Lo buscamos conociéndolo a través de Su Palabra (Juan 17:17), aceptando el sacrificio de Su Hijo por nuestro pecado (Romanos 10:9) y viviendo una vida guiada por el poder del Espíritu Santo (Gálatas 5:16, 25). A medida que crecemos en nuestra fe, nuestro entendimiento se profundiza (Proverbios 9:10; 2 Pedro 3:18). Comenzamos a ver la vida desde la perspectiva de Dios (Isaías 55:8-9) y, al obedecerle, adquirimos sabiduría (Salmo 128:1; Proverbios 2:6). Así que, dentro de ese contexto, los cristianos sin duda deben buscar la iluminación espiritual. Conocer a Dios y alinear nuestra voluntad con la suya es el principal objetivo de la existencia humana. Cuanto más conocemos a Jesucristo, más iluminados estamos (Juan 1:4-5). Cualquier otro camino sólo conduce a la oscuridad (Mateo 22:13).