Pregunta: "¿Debe un cristiano llevar joyas de tipo religioso, como un crucifijo?"
Respuesta:
Hay mucho debate sobre si es apropiado - o incluso pecaminoso - llevar joyas con motivos religiosos como cruces y crucifijos. Los cristianos no empezaron a llevar cruces alrededor del cuello hasta que la crucifixión dejó de ser un castigo de muerte; por lo tanto, eso no equivale a que una persona moderna lleve una cámara de gas en miniatura alrededor de su cuello, como algunos han sugerido. Muchos consideran que la cruz es simplemente el instrumento que se utilizó para matar a nuestro amado Salvador. Otros la ven como un símbolo de la muerte y resurrección de Jesús, un poderoso recordatorio del sacrificio y la victoria de Jesús, y un recordatorio del don de la gracia de Dios al ofrecernos la salvación. Puesto que era la voluntad de Dios, Jesús fue voluntariamente a la cruz, tomando sobre sí los pecados del mundo, limpiando de sus propios pecados a los que creen en Él.
La única razón por la que las Escrituras prohibirían el uso de joyas religiosas, tales como una cruz o un crucifijo, sería si el objeto se convirtiera en un ídolo que se utilizara para la adoración (1 Corintios 10:14) o si la persona que lo llevara se obsesionara con el aspecto de la joya (1 Pedro 3:3), o si se convirtiera en una piedra de tropiezo para los demás (1 Corintios 8:9; Romanos 14:13). Muchas personas usan joyas religiosas como una prenda de moda sin preocuparse por su simbolismo o el deseo de representar a Cristo. Pero eso no significa que los cristianos no puedan o no deban llevarlas. Muchos cristianos usan cruces como una expresión orgullosa de su amor, respeto y servicio a Cristo, junto con un recuerdo de lo que Él hizo por nosotros.
Otro problema es cuando la gente permite que objetos como cruces, crucifijos, imágenes, calcomanías, etc. tomen el lugar del verdadero cambio que debe ocurrir en nuestros corazones. Las cosas que usamos, llevamos o ponemos en nuestros autos no son lo que nos hace cristianos. A Dios no le preocupa lo que llevamos puesto, siempre y cuando no nos vistamos de una manera que haga tropezar a alguien en su caminar con Dios (Romanos 14:20) y que no estemos obsesionados con nuestra apariencia o nuestras posesiones. Él está escudriñando nuestros corazones para encontrar quién es fiel a Él y para saber si alentamos y mostramos amor a los demás. No nos corresponde a ninguno de nosotros juzgar si llevar joyas religiosas es apropiado o no; cada cristiano tiene que buscar la aprobación de Dios en todo lo que hace. Si en las Escrituras no se indica claramente si una práctica es lícita o edificante, entonces es mejor dejarla a la conciencia de cada persona.