Pregunta: ¿Qué significa que la fe viene por el oír (Romanos 10:17)?
Respuesta:
El tema de Romanos es la fe (Romanos 1:16-17). Pablo aborda el proceso por el que se produce la fe en el corazón en Romanos 10:17: "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios".
Los ocho primeros capítulos de Romanos tratan las ideas de la salvación posicional mediante la fe (Romanos 1:18-5:21), el proceso de crecimiento en santidad mediante la fe (Romanos 6:1-8:17) y la glorificación futura que recibirán los cristianos gracias a la fe (Romanos 8:18-39). Los capítulos 9-11 de Romanos parten de la pregunta implícita: "¿Ha incumplido Dios sus promesas a Israel?".
Es en este contexto en el que Pablo da la razón por la que los israelitas no se han salvado; a saber, carecen de fe (Romanos 9:32; 10:4). Los israelitas se salvan mediante la fe en Cristo, igual que los gentiles. La salvación eterna no distingue entre gentil o judío, sino que se recibe mediante la creencia en la persona y la obra de Jesucristo (Romanos 10:12-13; 1 Corintios 15:1-8; Gálatas 3:23-29).
En la introducción a la afirmación de que la fe viene por el oír, Romanos 10:14-16 explica los requisitos para que tengan lugar una serie de acciones. Para "invocar el nombre del Señor", hay que creer. Para creer, hay que oír (o recibir el informe). Para que uno oiga, otro tiene que dar el informe. Y ese otro no dará el informe a menos que sea enviado.
Pablo continúa en Romanos 10:17 resumiendo el argumento hasta aquí: "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios".
"Fe" se traduce de la palabra griega pistis, que significa “creencia, confianza o seguridad en alguien o algo”. Es clave en el libro de Romanos y se utiliza 40 veces en él; tres de ellas en el capítulo 10. La forma verbal de la palabra también se utiliza 21 veces en el libro y la mayoría de las veces se traduce como "creer".
Si la fe viene por el oír, ¿qué quiere decir Pablo con "oír"? En este contexto, no se trata simplemente de la recepción física de sonidos por el oído, como la mayoría de los hispanohablantes entenderían el término. "Oír" parece designar algo más: la recepción o aceptación de un informe. Observemos el uso de la palabra, traducida como "anuncio" en Romanos 10:16, cuando Pablo cita Isaías 53:1: "Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?". En tiempos de Isaías, el Señor había proporcionado a Israel un mensaje, pero el profeta se lamenta de que pocos lo recibieran realmente. El "oír" no se refería a simples sonidos, sino a un mensaje o informe dado. En Romanos 10, Pablo afirma que se ha dado la buena nueva y que el pueblo de Israel la ha oído (Romanos 10:18).
La naturaleza del Evangelio es un informe: un informe de que Dios salva a las personas de la ira que merecen. Para creer el informe, ¡hay que recibirlo! La fe viene por el oír. No es garantía de que el informe dé lugar a la fe, como deja claro Pablo en Romanos 10:16. Porque igual que los israelitas se negaron a creer el mensaje de Isaías, todo ser humano puede negarse hoy a creer el mensaje del Evangelio.
La naturaleza de "oír" tampoco requiere el acto físico de oír con el oído. Simplemente, hay que recibir el informe. Por ejemplo, alguien podría leer el evangelio a través de GotQuestions.org y recibirlo por fe, sin que se pronuncie una palabra audible. Mientras el mensaje pueda recibirse plenamente, el medio no afecta al resultado. El contenido del mensaje debe ser "la palabra sobre Cristo". Como afirma Pablo en 1 Corintios 15:3-5, el mensaje es: "Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce". La fe que conduce a la salvación eterna viene después de "oír"; es decir, después de recibir este mensaje relativo a Cristo.