Respuesta:
La lámpara de los impíos, también conocida como "la luz de los impíos" (Job 18:5), significa la prosperidad de la que disfrutan muchas personas malvadas en este mundo. La lámpara de los impíos es lo que les hace "brillar" en el mundo; es una descripción poética de su felicidad, riqueza, honor y estatus de respeto. Su condición espiritual es de oscuridad, pero gozan de una chispa de gloria a pesar de sus malvados corazones. La lámpara de los impíos también se menciona en Job 21:17, Proverbios 13:9 y Proverbios 24:20. Tristemente, la luz de la lámpara de los impíos no es la misma.
Lamentablemente, la luz de la lámpara de la riqueza y el éxito del impío acabará apagándose, revelando la total desesperanza de su condición. Proverbios 13:9 contrasta la lámpara del malvado con la luz y la vida del justo:
"La luz de los justos se alegrará;
Mas se apagará la lámpara de los impíos".
El contraste entre el justo y el impío no puede ser más claro: la gloria y el éxito del justo perdurarán, en contraposición al fugaz esplendor del impío. Un hombre malvado puede disfrutar de sus "quince minutos de fama", pero el piadoso celebrará un triunfo que dura eternamente. La Biblia Amplificada (solo disponible en inglés) resalta el contraste con más fuerza:
"La luz del justo [dentro de él-crece más brillante y] se regocija,
Pero la lámpara del impío [es una luz temporal y] se apaga".
Tenemos un tesoro en vasijas de barro: "Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo" (2 Corintios 4:6). Los que tienen la luz del Evangelio brillando en sus corazones y la iluminación del conocimiento espiritual tienen una luz de gozo que nunca se extinguirá. Su luz brillará eternamente, una luz como la del sol, brillante y cálida. Pero la luz de los impíos es tenue y opaca en comparación. Su prosperidad es efímera, sus alegrías momentáneas, y los placeres derivados del pecado solo por una temporada. El fin último de los justos es vivir eternamente en la Nueva Jerusalén, que "no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera" (Apocalipsis 21:23). La lámpara de los impíos, sin embargo, se apagará, dejándolos para siempre en las "tinieblas de afuera" (Mateo 8:12).
Job, en su discusión con sus "consoladores", afirma que a menudo los hombres impíos viven y prosperan tanto como los justos, y que sus malas acciones no siempre son recompensadas en esta vida: "¡Oh, cuántas veces la lámpara de los impíos es apagada, y viene sobre ellos su quebranto, y Dios en su ira les reparte dolores!" (Job 21:17). Job está diciendo que Dios retiene Su ira sobre los impíos, y muchos pueden prosperar en esta vida. La respuesta a la pregunta de Job "¿cuántas veces la lámpara de los impíos es apagada?", es "no siempre". Muchos siguen prosperando en esta vida, pero las Escrituras prometen que la justicia prevalecerá (ver el Salmo 73).
Por lo tanto, Proverbios 24:19-20 nos dice que no debemos desesperarnos cuando vemos que los malhechores prosperan en esta vida:
"No te entremetas con los malignos,
Ni tengas envidia de los impíos;
Porque para el malo no habrá buen fin,
Y la lámpara de los impíos será apagada".
Los malvados no tienen esperanza de felicidad eterna, una condición que merece nuestra compasión, no nuestro resentimiento. Tienen sus cosas buenas ahora, pero sus justas recompensas están por venir (ver Lucas 16:25). No hay que envidiarlos. La lámpara de los malvados es de corta duración. Los piadosos están en una condición mucho más bendecida:
"Tú enciendes mi lámpara, oh Señor;
Mi Dios que alumbra mis tinieblas" (Salmo 18:28, NBLA).
