Pregunta: ¿Es posible resucitar a los muertos hoy en día?
Respuesta:
Además de Jesús mismo siendo resucitado de entre los muertos, la Biblia registra nueve casos más de personas que resucitan de entre los muertos (1 Reyes 17:22; 2 Reyes 4:33–36; 13:21; Mateo 27:52; Lucas 7:11–17; 8:40–56; Juan 11:43–44; Hechos 9:40–41; 20:9–12). Claramente, traer a alguien de vuelta de entre los muertos no está más allá del poder de Dios hoy en día: "Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos" (Hebreos 13:8). Dado que Dios aún es capaz de resucitar a los muertos, sí, resucitar a los muertos sigue siendo posible hoy en día.
Una pregunta mucho más compleja es si la resurrección de los muertos realmente ocurre hoy en día. Algunos en el movimiento de la Palabra-Fé afirman haber resucitado a los muertos, pero nunca se ha producido evidencia creíble. Las muchas enseñanzas abiertamente antibíblicas dentro del movimiento de la Palabra-Fé generan serias dudas sobre la legitimidad de cualquiera de sus milagros. Algunos practicantes de vudú y brujería también afirman haber resucitado a personas de entre los muertos. Si bien los milagros satánicos son posibles (2 Tesalonicenses 2:9), parece poco probable que Satanás posea el poder de resucitar a los muertos.
Si una persona que fue oficialmente declarada muerta fuera resucitada, sería un milagro asombroso. Seguramente si una persona fuera resucitada de entre los muertos en el nombre de Cristo, convencería a todos de recibir a Jesús como Salvador. ¿Verdad? Incorrecto. Jesús abordó este mismo tema en Lucas 16:30-31, "Y dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de los muertos, se arrepentirán. . . .Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos." ¿Por qué probablemente no ocurra la resurrección de los muertos hoy en día? Los milagros asombrosos no son lo que lleva a las personas a una fe genuina. Si una persona está rechazando la Palabra de Dios, ningún milagro convencerá a la persona para que se arrepienta y reciba a Jesucristo como Salvador. Todo lo que haría un milagro sería causar que las personas clamoraran por más milagros (Mateo 12:39; Juan 6:26).
