Pregunta: ¿Qué es la lluvia tardía y temprana en Oseas 6:3?
Respuesta:
Oseas 6:1-3 (NBLA) predice que el pueblo de Israel volvería al Señor después de un período de juicio. En aquel día, el pueblo de Israel dirá,
"Vengan, volvamos al Señor.
Pues Él nos ha desgarrado, pero nos sanará;
Nos ha herido, pero nos vendará.
Nos dará vida después de dos días,
Al tercer día nos levantará
Y viviremos delante de Él.
Conozcamos, pues, esforcémonos por conocer al Señor.
Su salida es tan cierta como la aurora,
Y Él vendrá a nosotros como la lluvia,
Como la lluvia de primavera que riega la tierra" (NBLA).
Las lluvias "tardías" y "tempranas" se denominan "lluvias de primavera en la NVI.
El Señor había "desgarrado" y "herido" a Su pueblo -es decir, Oseas predice que Dios lo disciplinaría (Oseas 6:1)- porque era infiel al pacto que había prometido cumplir (Éxodo 24:3, 7). Aunque el juicio sería cierto y severo, Dios demostraría Su gracia y restauraría al pueblo. Los sanaría y vendaría sus heridas (Oseas 6:1). Vendría a ellos como una lluvia refrescante y nutritiva (Oseas 6:3). Vendría como lluvia tardía y temprana, lo que parece referirse a la lluvia temprana después de la siembra y a la lluvia tardía en la cosecha.
Gracias a las promesas de Dios, Su pueblo podía saber con certeza que Dios cumpliría Su palabra: que vendría a ellos como lluvia tardía y temprana para restaurar y refrescar. Aunque el contexto no especifica cuándo tendría lugar esta restauración, el pasaje parece apuntar hacia la salvación que vendría a través del Mesías: Dios los reviviría al cabo de dos días y los resucitaría al tercer día (Oseas 6:2). Esta profecía parece guardar una correlación directa con los acontecimientos de la muerte de Jesús, que murió, fue sepultado y resucitó al tercer día (ver 1 Corintios 15:1, 3-4). Pablo menciona que la resurrección de Cristo al tercer día fue "según las Escrituras" (o escritos). Aunque es posible que ya existiera un relato evangélico escrito cuando Pablo escribió su primera carta a los corintios (Mateo y Marcos podrían haberlo escrito para entonces), Pablo probablemente se esté refiriendo a las Escrituras hebreas y podría haber tenido en mente Oseas 6:2. Si la profecía de Oseas es cierta, es probable que Pablo se esté refiriendo a las Escrituras hebreas.
Si la profecía de Oseas sobre el avivamiento en los dos días y la resurrección al tercer día (Oseas 6:2) apunta a la muerte, sepultura y resurrección del Mesías, entonces el contexto inmediatamente posterior de que Dios visitaría al pueblo de Israel como lluvia tardía y temprana es probablemente también una imagen de lo refrescante y nutritivo que sería ese acontecimiento para el pueblo bajo el juicio de Dios.
En tiempos de Oseas, se avecinaba un juicio sombrío a causa de la deslealtad del pueblo a Dios y su transgresión del pacto. Sin embargo, también se acercaba un día de restauración para Judá (Oseas 6:11). Dios vendría al pueblo como lluvia tardía y temprana.
Es importante notar que Dios no ignora el pecado, y Su santo estándar es muy alto, de hecho, la perfección (ver Mateo 5:48). Cuando Dios restaura al pueblo de Israel, primero se ocupa de su problema de pecado. El Mesías moriría como sacrificio para pagar por los pecados; así, la nación ya no estaría esclavizada a la Ley de Moisés (el Antiguo Pacto) ni a las consecuencias de romper ese pacto. Dios perdonaría sus pecados como parte de un Nuevo Pacto (Jeremías 31:31). Esa bendición del perdón de los pecados a través del sacrificio del Mesías no sería solo para una nación, sino para todas las familias de la tierra (Génesis 12:3b). El Mesías sería como la lluvia tardía y temprana para Israel y Judá (Oseas 6:3), y también sería el agua de vida para todos los que creyeran en Él (Juan 4:13-14).
