Pregunta: "¿Debería un cristiano considerar la medicina alternativa?"
Respuesta:
Hoy en día existen muchas y diferentes formas de medicina alternativa. Esto hace que en ocasiones los cristianos se sientan confusos a la hora de considerar el uso de formas alternativas de medicina que sustituyan o se sumen a las formas tradicionales. Muchas formas de medicina alternativa tienen su origen en religiones no cristianas o filosofías anticristianas. Esto lleva a algunos cristianos a rechazar la medicina alternativa por completo. Pero, ¿prohíbe la Biblia el uso de la medicina alternativa?
Hay dos problemas principales con este pensamiento de "la medicina alternativa siempre es mala". En primer lugar, gran parte de la medicina tradicional moderna también tiene sus raíces en religiones y filosofías no cristianas. Si bien las medicinas alternativas como la acupuntura pueden haberse originado en relación con el taoísmo, muchas medicinas tradicionales se originaron en las antiguas culturas griega y romana, que eran tan no cristianas como el antiguo taoísmo. No es posible sostener bíblicamente la idea de que, a menos que algo haya sido inventado por un cristiano, es de por sí incorrecto. Muchos inventos y tecnologías que los cristianos utilizan libremente fueron inventados por no cristianos. El sistema de creencias del inventor no determina necesariamente si el invento tiene valor moral. El origen de una forma alternativa de medicina no debería ser el factor decisivo para que un cristiano pueda considerar su uso.
En segundo lugar, no existe una norma para determinar si una medicina o tratamiento se considera "alternativo". ¿Acaso el tratamiento quiropráctico se considera alternativo? ¿Se considera alternativa tomar suplementos vitamínicos? ¿Se considera alternativa una dieta sin gluten o comer frutos de acai brasileños? La gente es muy rápida indicando que algunas medicinas alternativas son incorrectas, sin reconocer que ellos mismos están usando alternativas. Si se considera alternativa cualquier cosa que no sea someterse a una cirugía o tomar una pastilla recetada, entonces millones de personas ya están utilizando, a sabiendas o sin saberlo, la medicina alternativa.
En última instancia, el factor decisivo en este debate es si una medicina alternativa puede o no separarse de la filosofía asociada a la medicina o al tratamiento. Si el insertar agujas de acupuntura en el cuerpo de una persona en puntos estratégicos da como resultado la sanidad física o el alivio del dolor, ¿será que el médico está equivocado respecto a por qué funciona? Aunque un cristiano debería rechazar de todo corazón la filosofía taoísta del yin-yang, no hay nada propiamente antibíblico en el procedimiento de la acupuntura en sí.
Con la libertad que tenemos en Cristo, las decisiones como la de utilizar o no la medicina alternativa deben fundamentarse en nuestras propias convicciones y elecciones bíblicas (1 Corintios 6:12; 8:9; 2 Corintios 3:17; Gálatas 5:1). Como en todo, los cristianos deben ser sabios y discernir. Somos libres de seguir nuestras convicciones siempre y cuando sean bíblicamente sólidas y acompañadas de oración. Lo que no somos libres de hacer es imponer nuestras propias convicciones a los demás, especialmente en áreas polémicas como la medicina alternativa.
