Pregunta: ¿El concepto de la mente sobre la materia explica algunos de los milagros de la Biblia?
Respuesta:
La frase mente sobre la materia generalmente se usa como motivación para superar obstáculos difíciles: la idea es que si te lo propones, puedes lograr cualquier cosa. Por supuesto, hay limitaciones para este estímulo, incluyendo las leyes de la naturaleza. No importa cuánto una persona "crea" que puede volar moviendo los brazos, las leyes de la naturaleza demostrarán lo contrario. La realidad tiene una forma de intervenir.
Algunas personas intentan aplicar el concepto de "mente sobre la materia" a las Escrituras en un intento de explicar algunos de los eventos registrados allí. Por ejemplo, algunos podrían decir que cuando Pedro caminó sobre el agua por un corto tiempo para ir a Jesús, que también caminaba sobre el agua (Mateo 14:22–33), Pedro pudo hacerlo porque Jesús le estaba enseñando a poner la mente sobre la materia. Es cierto que Pedro caminó sobre el agua, pero no tenía nada que ver con "mente sobre la materia".
La Biblia no apoya la idea de mente sobre la materia. No hay nada en las Escrituras que respalde la idea de que la mente humana tiene el poder de superar las leyes de la naturaleza o que nuestras mentes pueden ejercer una influencia observable en el mundo material. La Biblia ofrece innumerables ejemplos de la mente de Dios sobre la materia, pero no los nuestros. En Mateo 14, Jesús caminó sobre el agua del mar de Galilea como una muestra de su propio poder sobrenatural. Cuando sus discípulos lo vieron, no dijeron, "¡Mira su poder mental!"
Pedro pidió la capacidad de caminar sobre el agua hasta Jesús para confirmar que era realmente Jesús: "Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas" (Mateo 14:28). Jesús le dijo a Pedro que viniera y, al hacerlo, le dio a Pedro la habilidad de hacerlo. Pedro dio varios pasos sobre el agua hacia el Señor. Pero luego comenzó a temer las olas y el viento, y comenzó a hundirse. Jesús atrapó a Pedro antes de que se hundiera y luego cuestionó la fe dudosa de Pedro. El problema que condujo al hundimiento de Pedro no fue una falta de confianza en su propia mente, sino una falta de fe en el Señor que lo estaba sosteniendo.
Cuando los dos hombres regresaron al bote, los vientos se calmaron, y todos en el bote adoraron a Jesús, diciendo, "En verdad eres Hijo de Dios" (Mateo 14:33, NBLA). Este es un detalle significativo. Nadie alabó a Pedro por su habilidad para poner la mente sobre la materia; todos alabaron a Jesús por demostrar quién era. Caminar sobre el agua no fue una hazaña mental; fue el poder sobrenatural de Dios en acción.
Los escépticos a menudo buscan atribuir actos sobrenaturales a actos de la naturaleza, dando explicaciones humanas "lógicas" a lo que la Biblia llama milagros. La idea de "mente sobre la materia" no puede ser realmente llamada una explicación "lógica", pero al menos evita tener que reconocer a Dios, y algunos escépticos la utilizarán también. Por supuesto, aquellos que afirman que Pedro caminó sobre el agua debido a su propia fuerza mental fracasan en proporcionar evidencia experimental de que alguien hoy logre realizar la misma acción. No hay ninguna persona viva hoy que esté caminando sobre el agua y diga que se debe a sus poderes mentales. Las únicas personas que alguna vez han caminado sobre el agua son Jesús y Pedro, el Hijo de Dios y aquel a quien Él específicamente le dijo que viniera a él.
En Hechos 3, Pedro y Juan sanaron a un hombre que había sido incapaz de caminar desde que nació (Hechos 3:2). Después de la sanación, una multitud comenzó a reunirse, y Pedro explicó lo que había sucedido: "Y por la fe en su nombre, a este, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a este esta completa sanidad en presencia de todos vosotros" (Hechos 3:16). En otras palabras, el hombre cojo no practicó "mente sobre la materia" y superó su discapacidad; fue la fe en Jesucristo la que lo sanó.
El objeto de nuestra fe no son nuestras mentes; es el Señor Jesús. El Creador del universo puede hablar cosas a la existencia o cambiar el curso de la naturaleza con un pensamiento. Nosotros no tenemos ese poder. Simplemente "proponiéndote", enfocándote en un objeto y diciéndole que "se mueva", o pensando "mente sobre la materia" no anula la realidad. Tenemos limitaciones. Solo Dios tiene el poder de superar nuestras limitaciones, incluso en situaciones imposibles, cuando confiamos en él para lograr su voluntad.