Pregunta: "¿Qué significa que no se turbe vuestro corazón en Juan 14:1?"
Respuesta:
En Juan 14:1, Jesús les dice a sus discípulos: "No se turbe vuestro corazón". Como siempre, el significado de cualquier pasaje de la Escritura sólo puede conocerse entendiendo el contexto. Así que retrocederemos y veremos qué es lo que nos lleva a la orden de Jesús de "no se turbe vuestro corazón".
En Juan 12, Jesús le dice a la multitud (incluyendo a los discípulos) que sería crucificado. En Juan 13, en la intimidad de una comida de Pascua, la comida que más tarde se conoció como "la última cena", Jesús les dice a sus discípulos que uno de ellos lo traicionará. Luego le dice a Pedro que lo negará y desconocerá al Señor. Obviamente, esto fue una triste noticia para los discípulos.
Después de la Última Cena, antes de ser arrestado, Jesús les dice a sus discípulos: "No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios; creed también en mí" (Juan 14:1). La explicación que les da sobre el cielo y el Espíritu Santo es la respuesta a la inquietante información que han recibido.
Cuando Jesús dijo: "No se turbe vuestro corazón", estaba consolando a sus discípulos, que definitivamente tenían el corazón turbado. Jesús les promete que Su muerte no será el final, y que la negación de Pedro tampoco será el final para él. Les explica que Su muerte y posterior ascensión al cielo, en vez de dejarlos solos, les traerá dos bendiciones específicas: le permitirá preparar un lugar para ellos, y le permitirá enviar el Espíritu Santo para consolarlos.
Cuando Jesús dijo que iba a "preparar un lugar" para los discípulos, estaba hablando de Su muerte (Juan 14:3). No debemos pensar que Jesús ha estado "construyendo el cielo" por los últimos 2,000 años y que todavía está "en construcción". Por el contrario, Sus palabras significan que Su muerte fue la preparación para que recibamos un lugar en la casa del Padre. Ya está lista.
Para tranquilizar a los discípulos, Jesús también les prometió que, cuando se fuera de la tierra, les enviaría el Espíritu Santo a ellos y a todos los creyentes. En los capítulos 15 y 16 de Juan, Jesús habla de la victoria de los discípulos sobre el mundo por el poder del Espíritu. El libro de los Hechos nos muestra el cumplimiento histórico de estas promesas cuando los creyentes, con el poder del Espíritu, llevaron el evangelio al mundo. El Espíritu sigue actuando en todos los creyentes hoy en día.
La advertencia " no se turbe vuestro corazón" fue específicamente dirigida a los discípulos ante la cercana muerte de Jesús. Los creyentes de hoy en día ya no se encuentran en la misma situación que ellos, pero la advertencia sigue siendo válida. No debemos dejar que nuestro corazón se turbe por la ansiedad o la preocupación del cuidado y el plan de Jesús para nosotros.
Cuando tenemos problemas, podemos pensar que, si Jesús estuviera aquí con nosotros, en persona, a nuestro lado para poder hablar directamente, podríamos superar la prueba. Nos vemos tentados a pensar que podríamos confiar mejor en Él si fuera visible y estuviera en carne y hueso. Cuando empezamos a tener estos pensamientos, necesitamos dejar que nuestros corazones sean consolados por dos hechos fundamentales: Jesús ha hecho todo lo necesario para que seamos recibidos en la casa del Padre, por lo que somos hijos del Rey; y el Espíritu Santo vive en nosotros para ayudarnos, si nos sometemos a Su guía. Cuando confiamos en la salvación que Jesús nos ha dado y nos apoyamos en el Espíritu Santo para que nos ayude en el peligroso mundo que nos rodea, podemos evitar que nuestro corazón se turbe.