Pregunta: ¿Cuál es el significado de "los ojos del Señor" en la Biblia?
Respuesta:
Los ojos del Señor es una expresión antropomórfica, es decir, que atribuye a Dios cualidades humanas. Dios, que es espíritu (Juan 4:24), no tiene un cuerpo físico con ojos y oídos, ni brazos y piernas. La omnisciencia de Dios es lo que más se entiende por los ojos del Señor, como se ve en Proverbios 15:3 (NBLA): "En todo lugar están los ojos del Señor, observando a los malos y a los buenos".
Nada, ni nadie, ni en el cielo, ni en la tierra, escapa a la mirada vigilante y omnipresente del Señor. Dios siempre está evaluando, valorando, vigilando, supervisando y salvaguardando Su creación. Dios ve a todos los hombres y conoce a todos los hombres, tanto a los malos como a los justos.
Ya que los ojos del Señor están en todas partes, también lo está Su presencia. Por lo tanto, el modismo también expresa la omnipresencia de Dios: "Porque los ojos del Señor recorren toda la tierra para fortalecer a aquellos cuyo corazón es completamente Suyo" (2 Crónicas 16:9, NBLA).
Los ojos del Señor transmiten la omnipresencia de Dios, que todo lo sabe y todo lo ve, y a la vez Su naturaleza personal y siempre bondadosa. La Biblia nos dice que Dios está siempre atento a nuestras necesidades: "Los ojos del Señor están sobre los justos, y Sus oídos atentos a su clamor" (Salmo 34:15, NBLA). Los creyentes podemos tener el amor y el cuidado personal e íntimo de un Dios amoroso: "Los ojos del Señor están sobre los que le temen, sobre los que esperan en Su misericordia" (Salmo 33:18).
Los ojos del Señor con frecuencia indican Su reconocimiento y Su favor: "Pero Noé halló gracia ante los ojos del Señor" (Génesis 6:8, NBLA; ver también 1 Pedro 3:12). De la misma manera, la frase expresa muchas veces Su protección: "Es una tierra que el Señor tu Dios cuida; los ojos del Señor tu Dios están siempre sobre ella, desde el principio hasta el fin del año" (Deuteronomio 11:12, NBLA). El Padre celestial vigila atentamente a Sus hijos: "No permitirá que tu pie resbale; no se adormecerá el que te guarda. Jamás se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel" (Salmo 121:3-4).
La Biblia nos dice que Dios todo lo ve: "Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta" (Hebreos 4:13; ver también Salmo 11:4). El campo de visión del Señor es omnidireccional e ilimitado. Nada de lo que hagamos puede ocultarse o mantenerse en secreto para Él. Las puertas cerradas y las cámaras cerradas con llave no oscurecerán Su visión. Él lo ve todo, incluso nuestros pecados, que le desagradan, y la depravación del mundo, que le rompe el corazón (Jeremías 17:9-10).
En Su soberano conocimiento y previsión de todas las cosas, a Dios nunca se le toma desprevenido o por sorpresa. Nada le sucede a Él o a Sus hijos de forma inesperada. Podemos encontrarnos en circunstancias difíciles, pero podemos estar seguros que Dios tiene el control. Como nos dice el salmista, Dios estará con nosotros: "Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra. Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de mí. Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; lo mismo te son las tinieblas que la luz" (Salmo 139:8-12).
Los ojos atentos y compasivos del Señor están siempre sobre nosotros, penetrando incluso en nuestra noche más oscura. Desde el momento en que somos concebidos y todos los días de nuestra vida, Él nos ve (Salmo 139:16). El Señor mantiene Sus ojos sobre Sus hijos para protegerlos, preservarlos y guiarlos a casa. Pidamos cada día al Señor que nos haga "aptos en toda obra buena" para que podamos hacer Su "voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo" (Hebreos 13:20-21).