Pregunta: "¿Por qué debemos orar por la paz de Jerusalén?"
Respuesta:
Dios nos dice que oremos por la paz de Jerusalén en el Salmo 122:6-9: "Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados los que te aman. Sea la paz dentro de tus muros, y el descanso dentro de tus palacios. Por amor de mis hermanos y mis compañeros diré yo: La paz sea contigo. Por amor a la casa del Señor nuestro Dios buscaré tu bien". Dios prometió bendiciones a los que bendicen a Israel y maldiciones a los que la maldicen (Génesis 12:3), y puesto que Jerusalén es representada como el centro de la vida judía, se deduce que a los que oran por su paz y seguridad se les concederá la paz a ellos mismos.
Orar por la paz de Jerusalén es lo más apropiado para una ciudad cuyo nombre significa literalmente "pacífica" y que es la morada del Dios de la paz. La frase "la paz sea con Israel" también se encuentra al final de los salmos 125:5 y 128:6, indicando que era una bendición de despedida común. Además, Jerusalén será el escenario del regreso de Cristo (Hechos 1:11; Zacarías 14:4), y en ese momento Él establecerá una paz permanente en sus muros. Todos los cristianos deberían esperar ansiosamente Su regreso y orar por el momento en que el Príncipe de la Paz reine en Jerusalén.
Jesús también dijo que deberíamos ser pacificadores, lo cual incluiría orar por la paz. "Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios" (Mateo 5:9). Y se nos manda hacer todo lo posible para vivir en paz con los demás. "Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres" (Romanos 12:18). Así pues, Dios quiere que busquemos la paz con todas las personas, y eso implica orar por la paz en Jerusalén, sobre todo por el lugar especial que ocupa en Su corazón.