Respuesta:
El pacto davídico se refiere a las promesas de Dios a David por medio del profeta Natán, y se encuentran en 2 Samuel 7 y posteriormente se resume en 1 Crónicas 17:11-14 y 2 Crónicas 6:16. Este es un pacto incondicional entre Dios y David, a través del cual Dios promete a David y a Israel que el mesías (Jesucristo) saldría del linaje de David y de la tribu de Judá, y establecería un reino que permanecería para siempre. El pacto davídico es incondicional porque Dios no impone ninguna condición de obediencia para su cumplimiento. La garantía de las promesas hechas, se basa únicamente en la fidelidad de Dios y no depende en absoluto de David o de la obediencia de Israel.
El pacto davídico se centra en varias promesas importantes que se le hicieron a David. En primer lugar, Dios reafirma la promesa de la tierra que hizo en los primeros dos pactos con Israel (el pacto abrahámico y el de Palestina). Esta promesa se ve en 2 Samuel 7:10, "Además, yo fijaré lugar a mi pueblo Israel y lo plantaré, para que habite en su lugar y nunca más sea removido, ni los inicuos le aflijan más, como al principio". Luego Dios promete que el hijo de David lo reemplazaría como rey de Israel, y que este hijo (Salomón) construiría el templo. Esta promesa se ve en 2 Samuel 7:12-13, "yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. El edificará casa a mi nombre".
Pero luego la promesa continúa y se amplía: "yo afirmaré para siempre el trono de su reino" (2 Samuel 7:13), y "será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente" (versículo 16). Lo que empezó como una promesa de que Salomón el hijo de David sería bendecido y construiría el templo, se convierte en algo diferente, en la promesa de un reino eterno. Otro hijo de David gobernaría eternamente y edificaría una casa duradera. Esta es una referencia al mesías, a Jesucristo, a quien se le llama el hijo de David en Mateo 21:9.
La promesa de que la "casa", "el reino" y "el trono" de David sería establecido para siempre, es algo muy importante ya que muestra que el mesías vendría del linaje de David, y que él establecerá un reino desde el cual reinará. El pacto se resume en las palabras "casa", prometiendo una dinastía en el linaje de David; "reino", refiriéndose a las personas que son gobernadas por un rey; "trono", enfatizando la autoridad del gobierno del rey, y "eternamente", enfatizando el carácter eterno e incondicional de esta promesa hecha a David y a Israel.
Otras referencias al pacto davídico se encuentra en Jeremías 23:5; 30:9; Isaías 9:7; 11:1; Lucas 1:32, 69; Hechos 13:34; Apocalipsis 3:7.
