Pregunta: ¿Se menciona la penitencia en la Biblia?
Respuesta:
La penitencia es un acto de devoción diseñado para mostrar tristeza o arrepentimiento por el pecado. La palabra penitencia se menciona en dos traducciones de la Biblia, la Nueva Traducción Viviente (NTV), una versión que traduce con equivalencia dinámica; y la Nueva Biblia Viva. En cada una, la palabra penitencia se utiliza en un solo pasaje: "Ustedes se humillan al hacer penitencia por pura fórmula: inclinan la cabeza como cañas en el viento, se visten de tela áspera y se cubren de cenizas. ¿A eso le llaman ayunar? ¿Realmente creen que eso agrada al Señor?" (Isaías 58:5, NTV).
La NBV interpreta el pasaje de esta manera: "Si a eso que ustedes hacen le llaman ayuno, ¡a mí no me agrada para nada! Para mí nada tiene que ver con el ayuno que ustedes hagan penitencia y se mortifiquen y doblen la espalda como junco y se vistan de luto y se acuesten sobre ceniza." (Isaías 58:5, NBV).
Las traducciones más literales de la Biblia, como la Nueva Biblia de las Americas y la Reina Valera 1960, interpretan este pasaje de manera similar: "¿Es ese el ayuno que Yo escogí para que un día se humille el hombre? ¿Es acaso para que incline su cabeza como un junco, Y para que se acueste en cilicio y ceniza? ¿Llamarán a esto ayuno y día acepto al Señor?" (Isaías 58:5, NBLA). La palabra humilde reemplaza a la penitencia.
La penitencia es uno de los sacramentos de la Iglesia Católica Romana. Se usa como forma de disciplina o castigo impuesto a una persona para demostrar arrepentimiento por sus pecados. Los católicos se refieren a esto como "hacer penitencia". El penitente primero confiesa su(s) pecado(s) a un sacerdote. Luego se le dan instrucciones sobre qué hacer para expiar sus pecados. Por lo general, la penitencia toma la forma de rezar ciertas oraciones un número específico de veces, ayunar, o pasar tiempo frente a un altar. Esto no es bíblico. En ninguna parte la Escritura enseña que realizar obras o castigarse a uno mismo hará restitución por el pecado. La Biblia nos enseña a arrepentirnos (Hechos 11:18; Hechos 20:21: Lucas 15:7). Arrepentirse significa tener un cambio de mente o una actitud diferente hacia Dios. El arrepentimiento del pecado va acompañado de fe en Jesucristo; son inseparables. La enseñanza católica de "hacer penitencia" como medio de expiar el pecado o de apaciguar a Dios no se enseña en la Biblia. No son nuestras obras las que nos hacen bien con Dios. De hecho, nuestras obras son consideradas nada más que "trapos de inmundicia" a sus ojos (Isaías 64:6). Es la sangre de Cristo que nos hace bien: "¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?" (Hebreos 9:14).
La práctica católica romana de la "penitencia" es no bíblica porque se enfoca en las obras del hombre para ser perdonado, no en la sangre de Jesús y nuestra relación con él. Juan nos dice, "pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado." (1 Juan 1:7).