Pregunta: ¿Qué dice la Biblia acerca de los piercings?
Respuesta:
La modificación corporal, incluyendo piercings, tatuajes, cicatrices, marcas, cortes y mutilaciones, ha sido una tendencia creciente en los últimos años. La perforación corporal, es decir, la inserción de joyas en varias partes del cuerpo, ha pasado de la tradicional perforación en el lóbulo de la oreja a la perforación de narices, ombligos, pezones, lenguas, cejas, mejillas, genitales y más. Muchos cristianos tienen una perforación o dos, y algunos incluso más; no importa cuál sea el problema, es bueno detenerse y considerar lo que dice la Biblia.
Comenzaremos reconociendo que la Biblia no aborda específicamente los piercings como un pecado, por lo que el dogmatismo sobre este tema no está justificado. Si todos los piercings son pecaminosos, como algunos dicen, entonces incluso un simple brillante en el lóbulo de la oreja de una chica es tabú. Tal postura va demasiado lejos, considerando que los pendientes (e incluso los anillos de nariz) eran accesorios para las mujeres hebreas: en una extensa metáfora, Dios recuerda a Jerusalén las abundantes bendiciones que había otorgado a Su pueblo: "Puse joyas en tu nariz, y zarcillos en tus orejas" (Ezequiel 16:12). Es poco probable que Dios hubiera usado pendientes (y aros de nariz) como símbolo de belleza y bendición si tales joyas fueran intrínsecamente pecaminosas. Ver también Cantar de los Cantares 1:10-11.
Además, deberíamos considerar lo que la Ley del Antiguo Testamento tenía que decir acerca del tema relacionado de cortar la carne y marcar el cuerpo. El mandamiento a Israel fue: "No se harán sajaduras en su cuerpo por un muerto, ni se harán tatuajes. Yo soy el Señor" (Levítico 19:28 - NBLA). Parece que la práctica común entre las naciones que rodeaban a Israel era cortar, lacerar, o de alguna manera marcar el cuerpo "por los muertos"; es decir, el autolesionarse formaba parte de un ritual pagano de duelo o posiblemente un rito supersticioso para ayudar a los espíritus de los fallecidos. Vemos este tipo de comportamiento en acción en los días de Elías, cuando los adoradores de Baal "se sajaban con cuchillos y con lancetas conforme a su costumbre, hasta chorrear la sangre sobre ello" (1 Reyes 18:28). Podemos afirmar que, si una perforación corporal insinúa paganismo u honra una falsa filosofía, entonces es pecaminosa.
Formar una opinión bíblicamente informada sobre los piercings requiere que examinemos los principios de la Palabra de Dios y nos hagamos algunas preguntas pertinentes:
◦ ¿Cuál es mi motivación para hacerme una perforación corporal? Nuestras motivaciones son importantes en cualquier decisión que tomamos (Proverbios 16:2), especialmente en algo tan permanente y que puede cambiarnos la vida como una perforación corporal.
◦ ¿Estoy tratando de encontrar identidad en una subcultura? Los piercings corporales han dado lugar a una subcultura definida, y muchas personas intentan "encontrarse a sí mismas" al unirse a la comunidad de modificaciones corporales. Si bien unirse a un grupo cultural específico podría ayudar en la evangelización de ese grupo, unirse simplemente para "encontrarse a uno mismo" no es bíblico. Como creyentes, nuestra identidad está en Cristo: "Porque ustedes han muerto, y su vida está escondida con Cristo en Dios" (Colosenses 3:3, NBLA).
◦ ¿Estoy sucumbiendo a la presión de grupo? Hacer algo por el deseo de complacer a sus compañeros es espiritualmente peligroso. Debemos seguir al Señor Jesús (ver Juan 21:21-22). Aquellos que siguen la presión de grupo para obtener una perforación corporal se encuentran en la irónica posición de haber proclamado su singularidad a través de la conformidad.
◦ ¿Estoy dando más importancia a la apariencia que a lo esencial? La Biblia enfatiza claramente las cualidades espirituales internas de una persona y resta importancia al "adorno exterior" (1 Pedro 3:3-4). La mayor parte de nuestro esfuerzo debe dirigirse a crecer en piedad, no a cuidar una apariencia particular.
◦ ¿Estoy llamando indebidamente la atención? Cualquier prenda de vestir, accesorio o joya que se usa simplemente como una declaración de moda corre el riesgo de alimentar el orgullo en que atrae la atención sobre quien lo usa. Llevar la atención pública a ciertas partes del cuerpo, empujar los límites o crear una exhibición llamativa no es una razón piadosa para obtener una perforación corporal, especialmente cuando tenemos este mandato en las Escrituras: "revestíos de humildad" (1 Pedro 5:5).
◦ ¿Será este piercing un obstáculo para el ministerio? Es concebible que, en algunas situaciones, tener un piercing ayude a un creyente en su testimonio a los demás. Y, si el piercing está decorado con joyería de temática cristiana, podría ser el inicio de una conversación que lleve a temas espirituales. Pero, para otros, ciertos tipos de piercings pueden obstaculizar los intentos de compartir el evangelio. Somos embajadores de Cristo, entregando el mensaje de Dios al mundo (2 Corintios 5:20). Debemos considerar qué mensaje envía el piercing y si ayudará o perjudicará a representar a Cristo y compartir el evangelio.
◦ ¿Dónde trazo la línea? Según el libro de records Guinness, el récord de piercings totales es de 453 (en hombres) y 462 (en mujeres). Aquellos que están considerando hacerse varios piercings deben poder responder a la pregunta "¿cuánto es demasiado?", de forma específica. ¿En qué punto la modificación corporal se vuelve extrema? ¿Hasta dónde pueden llegar los cristianos y aun así "honrar a Dios con vuestro cuerpo" (1 Corintios 6:20)? Más allá de los piercings, se deben hacer preguntas sobre la cicatrización, la marca, los túneles de carne facial, los implantes de piel, las lenguas partidas, las orejas puntiagudas, los dientes afilados y otras cosas que se promueven dentro de la comunidad moderna de modificación corporal.
Por supuesto, también podríamos preguntarnos dónde trazamos la línea con otras modificaciones corporales más socialmente aceptables, como los implantes mamarios, las abdominoplastias, los estiramientos faciales, etc. Algunas de las mismas preguntas sobre la motivación y apariencia necesitan respuestas honestas si vamos a hacer "todo para la gloria de Dios" (1 Corintios 10:31).
Un importante principio bíblico en asuntos que la Biblia no aborda específicamente es que, si hay dudas de si agrada a Dios, entonces es mejor no participar en ese actividad. Cualquier cosa que no provenga de la fe es pecado (Romanos 14:23). Nuestros cuerpos, así como nuestras almas, han sido redimidos y pertenecen a Dios (1 Corintios 6:20). Como nuestros cuerpos pertenecen a Dios y son el templo del Espíritu Santo, debemos asegurarnos de que es Su voluntad antes de modificarlos con piercings.