Pregunta: ¿Existe alguna significancia espiritual en la piel de gallina?
Respuesta:
La piel de gallina es una reacción física involuntaria y natural al frío, al miedo, al sobresalto repentino o a los sentimientos de emoción, cuando los músculos en la base de los folículos pilosos se contraen. Esta contracción causa que los pelos del cuerpo se ericen o se encrespen, elevando bultos en la superficie de la piel al mismo tiempo. Estos bultos y el pelo erizado atrapan aire y forman una capa de aislamiento contra el frío.
El nombre piel de gallina proviene de cómo se ve la piel de un ganso después de que se le han arrancado las plumas. Otros términos para la piel de gallina incluyen pelos de punta, escalofríos y piel de fresa. No hay nada de significado espiritual inherente a la piel de gallina.
Dios es nuestro creador. Diseñó el cuerpo humano con todas sus funciones asombrosas y complejas, incluyendo las que suceden sin que nosotros jamás pensemos en ellas, como la piel de gallina. Dios hizo un camino para que el cuerpo respondiera al frío, y una parte de eso es permitir que la piel reaccione automáticamente para crear aislamiento y calor.
Algunas personas pueden experimentar piel de gallina, incluso en ambientes cálidos, durante momentos de intensa emoción, inspiración extraordinaria y excitación espiritual. Algunas personas han sugerido que estos granos de ganso son un "mensaje de Dios" o que la piel de gallina tiene algún significado espiritual. Pero la Biblia no nos da ninguna evidencia para indicar alguna significancia espiritual a la piel de gallina.
Algunas personas pueden experimentar la piel de gallina cuando el Espíritu Santo se mueve en sus vidas o habla a sus corazones; después de todo, estos son momentos excepcionales e inspiradores. Somos seres espirituales, emocionales y físicos. Cuerpo, alma y espíritu están misteriosamente interconectados, y por lo tanto a veces podemos esperar reacciones físicas a las experiencias espirituales. Pero la reacción física no es prueba del trabajo espiritual de Dios.
Los creyentes deben ser conscientes de que no hay una base bíblica sobre la cual reclamar la piel de gallina como signo de la presencia de Dios o cualquier otro indicador espiritual. Vivimos por fe, no por vista, ni por sentimiento. No nos fiamos de vibraciones, energías o emociones. Al mismo tiempo, podemos estar seguros de que no hay nada adverso en sentir la piel de gallina durante los momentos de adoración u otros momentos inspiradores de comunión con Dios. Podemos disfrutar e incluso celebrar la reacción natural del cuerpo a un Dios vivo que interactúa con su pueblo, mientras tenemos cuidado de no atribuir un valor espiritual a una respuesta puramente física.