Pregunta: "¿Cuál es la Qué es la predicación expositiva?"
Respuesta:
La predicación expositiva en su forma más sencilla es la predicación que se centra en explicar el significado de la Escritura dentro de su contexto histórico y gramatical. La predicación expositiva comprende la explicación de lo que la Biblia dice a una audiencia contemporánea que probablemente no esté familiarizada con los contextos culturales e históricos en los que el pasaje fue escrito.
La palabra exposición significa simplemente "una exposición o explicación". Así que la predicación expositiva es la explicación de la Escritura que se basa en el estudio diligente y la exégesis cuidadosa de un pasaje. Es el llamado principal del pastor o predicador como vemos en 2 Timoteo 4:2: "que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina".
La predicación expositiva es importante para aquellos que creen en la inspiración plenaria verbal de las Escrituras, lo que significa simplemente que las Escrituras son la misma Palabra de Dios. Como Palabra de Dios divinamente inspirada, las Escrituras deben ser proclamadas y explicadas en el contexto en el que fueron escritas.
Sólo con leer el Salmo 119 y comprender que la Escritura es "inspirada por Dios" (2 Timoteo 3:16) debería bastar para que comprendamos la importancia y el valor de la predicación expositiva. En el Salmo 119 vemos muchas de las características de la Palabra de Dios, pero sobre todo este capítulo debería ayudarnos a comprender la importancia de saber lo que dice la Biblia y lo que significa, ya que es el objetivo de la predicación expositiva. Si no entendemos la Biblia, no podemos seguirla, ni puede ser "lámpara a mis pies y lumbrera a mi camino" (Salmo 119:105).
El objetivo de la predicación expositiva es declarar precisamente lo que dice un pasaje de la Escritura. Por lo tanto, el bosquejo de un sermón expositivo debe obtener sus puntos y subpuntos principales directamente del texto de la Escritura que el predicador está exponiendo o explicando.
Debe haber dos objetivos principales de la predicación expositiva. Primero es el objetivo de descubrir y explicar el significado original, histórico y gramatical del pasaje, o, para decirlo de otra manera, "el significado que Dios quiere". Este es el mensaje divinamente inspirado que Dios tenía para la audiencia original. El segundo está estrechamente relacionado — es ayudar a la gente a aplicar a sus vidas las verdades reveladas en el pasaje. Algunos rechazan la importancia de la predicación expositiva con el fin de abordar las necesidades de los asistentes a la iglesia de hoy en día, aunque eso pasa por alto el hecho de que "la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón" (Hebreos 4:12). El poder de transformar vidas se encuentra sólo en la Palabra de Dios que el Espíritu Santo aplica en los corazones de los hombres y mujeres. Una gran presentación es buena pero no cambia la vida. Aunque hay un lugar para la predicación temática, ésta debe complementar la predicación expositiva, no reemplazarla.
La predicación expositiva es importante porque, si se sigue fielmente, tiene como resultado que se predique todo el consejo de Dios. Los temas difíciles o controvertidos no se pueden ignorar o pasar por alto como sucede con la predicación temática. El expositor trata lo que dice el texto, versículo por versículo, capítulo por capítulo, libro por libro. Ayuda para evitar sacar los versículos fuera de contexto y obliga al fiel pastor a dar la debida diligencia a los temas y asuntos que son polémicos y difíciles.
Algunos que quieren restar importancia a la predicación expositiva dicen que limita la capacidad del predicador para presentar temas importantes que consideran que sus congregaciones necesitan escuchar. Estos críticos no reconocen el poder efectivo de la Palabra de Dios, que, cuando se presenta en la plenitud de su verdad, no vuelve vacía (Isaías 55:11).
