Pregunta: ¿Por qué los cristianos son provida cuando se trata del aborto y al mismo tiempo están a favor de la pena de muerte y apoyan la guerra?
Respuesta:
El principal problema de esta pregunta es que intenta crear una equivalencia moral entre el aborto, la pena de muerte / la pena capital y la guerra. No hay absolutamente nada equivalente entre que se quite la vida a un bebé inocente en el vientre materno y que se ejecute a un asesino convicto. Un bebé en el vientre materno no ha cometido ningún delito. La pena de muerte debe ser, y en la mayoría de los casos es, empleada solo con los crímenes más perversos. Fue Dios quien ordenó la pena de muerte (Génesis 9:6), y es Dios quien da a los gobiernos la autoridad para aplicar la pena de muerte (Romanos 13:1-7). Es totalmente coherente creer que se debe proteger la vida de un bebé inocente en el vientre materno y, al mismo tiempo, creer que se debe ejecutar a los autores de los crímenes más atroces.
En cuanto a la guerra, la idea de que los cristianos son "partidarios de la guerra" no es exacta. Ningún cristiano debería ser partidario de la guerra. Pero, al mismo tiempo, hay algunos casos en los que la guerra es la mejor opción, como demuestran las muchas guerras y batallas registradas en las Escrituras (ver el libro de Josué como ejemplo). Los cristianos solo deberían estar a favor de una "guerra justa". Siempre se puede debatir si una guerra determinada es justa, pero para el cristiano creyente en la Biblia, la creencia de que la guerra nunca es el recurso adecuado no es un punto de vista válido.
Los cristianos siempre deben ser provida. Sin embargo, estar a favor de la vida no significa necesariamente estar en contra de la muerte en todos los casos. Si una persona asesina a otra, la pena justa es acabar con la vida del asesino. En realidad, esto defiende el valor de la vida. Cualquiera que atente contra la vida en un asesinato premeditado debe ser condenado a muerte, lo que proclama un claro apoyo al valor de la vida. Lo mismo se puede decir de la guerra. La guerra, aunque nunca es una opción agradable, en las circunstancias adecuadas de "guerra justa", en realidad preserva más vidas de las que acaba. A veces, la mejor manera de defender el valor de la vida es acabar con la vida de quienes pretenden destruirla.
En resumen, es totalmente coherente que los cristianos estén a favor de la vida cuando se trata del aborto y, al mismo tiempo, apoyen la pena de muerte y las guerras que son claramente justas.
