Pregunta: "¿Cómo funciona la psicología con la consejería cristiana?"
Respuesta:
La psicología y el cristianismo suelen encontrarse en desacuerdo. Algunos han promovido la psicología como una respuesta completa a la condición humana y la clave para vivir una vida mejor. Algunas psicologías consideran que la fe en Dios es una ilusión creada como una especie de mecanismo de supervivencia. En respuesta a estas ideas no bíblicas, algunos cristianos descartan todo tipo de psicología. Algunos temen utilizar una ciencia débil para ayudar a las personas con trastornos emocionales o psicológicos, pues creen que la psicología es demasiado subjetiva y que los problemas del hombre se tratan mejor espiritualmente. Algunos cristianos, especialmente los que se dedican a la consejería bíblica, creen que la Biblia contiene todo lo necesario para superar cualquier problema, psicológico o de otro tipo; no es necesaria la psicología porque sólo la Biblia es nuestro manual de vida. Por un lado, tenemos a los cristianos que creen que las luchas de una persona son principalmente espirituales y que sólo Dios puede sanar, y por otro lado, los psicólogos seculares que afirman que todas las luchas son trastornos biológicos o del desarrollo que el hombre puede arreglar por sí mismo. A pesar de esta polarización, la psicología y la consejería bíblica no tienen por qué estar en guerra.
Es importante reconocer que la psicología no es monolítica; hay muchas teorías diferentes de la psicología, incluso algunas de ellas se contradicen con las demás. Los conceptos de la naturaleza humana, las luchas de la vida, la salud y la modalidad de tratamiento en la psicología abarcan un amplio espectro. La mayoría de los consejeros y psicólogos de hoy en día ejercen de forma un tanto ecléctica; no son estrictamente freudianos o junguianos, sino que están versados en varias teorías y emplean diferentes partes de las teorías para diferentes problemas que se presentan. Por ejemplo, un consejero puede inclinarse por la teoría existencial cuando brinda consejería para el duelo, pero utiliza la teoría cognitivo-conductual cuando brinda consejería para problemas de conducta. En otras palabras, un consejero puede elegir lo que cree que le ayudará más. Un psicólogo es libre de utilizar ciertas técnicas centradas en la persona sin aceptar las teorías que se refieren a la autorrealización. Es común trabajar sobre una o dos teorías primarias y utilizar una variedad de técnicas procedentes de una gran cantidad de teorías.
En ocasiones, los consejeros cristianos adoptan ciertas teorías psicológicas de forma parcial, pero no adoptan ninguna filosofía subyacente que niegue a Dios o las verdades bíblicas. Básicamente, los consejeros cristianos utilizan la psicología como una herramienta, pero no la ven como una verdad absoluta. La psicología no es una religión de competencia, sino un campo de estudio que podría conducir a una comprensión más profunda de la humanidad y, por lo tanto, de Dios como Creador, Salvador y Sanador.
La consejería noutética, o consejería bíblica, es una forma de consejería que se basa únicamente en las Escrituras y en el poder del Espíritu Santo para lograr resultados. En lugar de promover cualquier teoría psicológica, los consejeros noutéticos afirman que la Escritura es suficiente para todas las dificultades humanas. Ciertamente, la Biblia habla del poder del Espíritu Santo para transformar nuestras vidas. La Palabra es poderosa (2 Timoteo 3:16-17; Hebreos 4:12; Isaías 55:11) y permite a la persona piadosa estar "enteramente preparado para toda buena obra" (2 Timoteo 3:17). Además, Dios es nuestro máximo sanador (Éxodo 15:26; Mateo 8:17). Sin embargo, es interesante observar que aquellos que se adhieren a la consejería sólo bíblica no necesariamente se adhieren a un tratamiento médico sólo bíblico o a una educación exclusivamente bíblica. La cuestión es qué partes de la vida han de ser guiadas únicamente por las Escrituras y qué aspectos pueden recibir información del aprendizaje secular.
Pablo habló de convertirse en todo para todos los hombres por el bien de la evangelización (1 Corintios 9:19-23). Cuando las personas buscan un tratamiento psicológico, puede resultar provechoso para un cristiano utilizar las teorías psicológicas según la verdad bíblica. Un consejero cristiano puede utilizar las herramientas de la psicología para revelar a las personas su necesidad de una sanidad más profunda que la que la psicología puede proporcionar. Las discusiones espirituales no son extrañas en las salas de consejería. Un consejero no debe imponer sus valores o creencias a un paciente, aunque a menudo el simple hecho de abrir el tema lleva a un paciente a realizar una búsqueda. Y sabemos que cuando la gente busca a Dios, lo encuentra (Jeremías 29:13; Proverbios 8:17; Mateo 7:7).
En términos más prácticos, muchas instrucciones o conceptos de la Biblia no parecen fácilmente aplicables. Por ejemplo, sabemos que debemos abstenernos de la inmoralidad, pero aparte de la oración y de "huir" de ella (1 Corintios 6:18), no sabemos como hacerlo. La psicología podría proporcionar técnicas prácticas para superar la batalla con la lujuria. El conocimiento que se obtiene de la psicología puede proporcionar una visión de lo que está impulsando a una persona a permanecer en el pecado, y si podemos identificar las inclinaciones internas al pecado, podemos despojar a esas cosas del poder que tienen.
La psicología también puede ayudar a las personas a tomar conciencia de la importancia de expresar sus emociones y llevarlas a Dios, como vemos que ocurre en los Salmos. En definitiva, la psicología puede ayudar a abrir la puerta para comprender nuestras necesidades más profundas. No experimentaremos la plena satisfacción o la plenitud de la vida a través de la terapia, pero sí aumentaremos nuestra hambre de plenitud de vida. Después, podemos llevar nuestra hambre a Dios, ya que la vida proviene sólo de Él (Juan 14:6).
La consejería noutética se opone a la psicología. Sin embargo, puede haber un genuino asesoramiento cristiano que sea bíblico y que también utilice teorías psicológicas. Si los consejeros cristianos bien entrenados son capaces de integrar su fe con su educación, pueden permanecer fieles a las normas bíblicas, pero también aprovechar la ciencia de la psicología.
Una consejería sólida debe reconocer que ni el consejero ni el paciente son quienes sanan. Sólo Dios puede sanar de verdad. La consejería es una herramienta que puede ayudarnos a comprender quiénes somos en Cristo y a encontrar el sentido de nuestras vidas. No obstante, no es una búsqueda para encontrar el valor en y de nosotros mismos o para encontrar la sanidad aparte de Dios. La consejería noutética tiene razón al afirmar que el problema más profundo está en el alma, y sólo el Espíritu Santo puede transformarlo realmente.
