Respuesta:
La reflexión teológica es la práctica de reflexionar sobre los eventos de la vida en relación con la fe cristiana. Esto puede hacerse individualmente o en compañía. La reflexión teológica intenta unir la fe y la vida cotidiana. Los métodos de reflexión teológica a menudo se promueven dentro del movimiento de formación espiritual y aquellos involucrados en Renovaré.
La tradición de la reflexión teológica se puede encontrar en muchas denominaciones cristianas. La reflexión teológica intenta ver la presencia de Dios en nuestras experiencias, entender la diferencia que Su presencia hace en nuestras vidas, y saber lo que Dios espera como resultado de este conocimiento. El objetivo es una comprensión más profunda del misterio de Dios y una sabiduría nacida de la experiencia de vida vista a través de las lentes de Dios, Su Palabra, la iglesia, y el diálogo con otros creyentes. Según una fuente, "la reflexión teológica reclama la sabiduría reflejada en Dios formada en una situación de vida particular. La reflexión necesariamente asume un proceso interpretativo que busca significado e iluminación a través de las fuentes unidas de la Palabra, la fe, la narrativa, y la situación en sí. La reflexión teológica reconoce el movimiento de Dios en toda la vida, por lo tanto, estas fuentes son cada una respetada" (www.andrews.edu/sem/dmin/about/theological-reflection/index.html, accesado 25/4/22).
El proceso de reflexión teológica a menudo se prescribe en pasos como estos:
Realidad - Sea honesto acerca de lo que está sucediendo dentro de usted y a su alrededor.
Reflexión - Tómese el tiempo para digerir sus experiencias a la luz de su fe y su comprensión de Dios.
Revelación - Espere por la inspiración.
Responder - Déjese impulsar a una nueva acción o continúe con un sentido renovado de visión y motivación.
(adaptado de "¿Qué es la Reflexión Teológica?" Williamson, J., http://onerockinternational.com/theological-reflection, accesado 25/4/22)
Definitivamente no hay nada malo en reflexionar sobre las experiencias de la vida a la luz de la Palabra de Dios. Se nos insta a meditar en la Palabra (Salmo 1) y permitir que la Escritura interprete e influya en toda la vida. David repetidamente relataba sus problemas y experiencias de vida en los Salmos. Por ejemplo, en el Salmo 31:9–13, David describe un momento de pena y angustia. Sin embargo, no se detiene allí. David buscaba y veía a Dios en sus circunstancias: "Bendito sea el SEÑOR, porque ha hecho maravillosa Su misericordia para mí en ciudad asediada" (Salmo 31:21, NBLA). Su conclusión es que "el SEÑOR preserva a los fieles" (versículo 23, NBLA).
Somos bombardeados diariamente con noticias, influencers, datos, opciones, y el consumismo, y necesitamos alejarnos de las distracciones de este mundo para dar sentido a la vida y crecer en nuestra fe. Es bueno ver la mano de Dios en cada situación. A través de la lectura bíblica y la oración, la meditación en la Palabra de Dios, la escritura en un diario, el discipulado, la comunión con otros cristianos, y otros métodos, podemos reflexionar sobre lo que está sucediendo en nosotros y a nuestro alrededor. Es importante aplicar la verdad bíblica a la vida cotidiana y crecer más como Cristo (Efesios 4:15). También es importante dar prioridad a la Palabra de Dios, que debe tener preeminencia sobre la experiencia, la tradición de la iglesia, y las opiniones de otras personas.
