Respuesta:
Muchas personas creen que la idea de dar regalos en Navidad viene de la escritura de Mateo 2:10-11, en la que se habla de los hombres sabios que le dieron regalos a Jesús en Su casa: "Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra ".
La Biblia cuenta una maravillosa historia del regalo que Dios nos dio, Jesucristo, y que podemos aprovechar como una oportunidad para presentar el Evangelio y mostrar amor. Dar y recibir regalos puede formar parte de cumplir con lo que Pablo dice acerca de dar en 2 Corintios 8:7-8, "Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia. No hablo como quien manda, sino para poner a prueba, por medio de la diligencia de otros, también la sinceridad del amor vuestro". Pablo animó a las iglesias a hacer donaciones económicas a los creyentes necesitados de Jerusalén y recalcó que sus donaciones debían ser voluntarias y motivadas por un amor sincero. Podemos aplicar esta misma enseñanza a nuestras vidas al dar a los demás, no sólo en Navidad, sino durante todo el año.
¿Es posible que el dar regalos se convierta equivocadamente en lo más importante de la Navidad, y no en agradecer al Señor por el regalo de Su Hijo (Juan 3:16)? Sí. ¿Acaso dar regalos significa quitarle el verdadero significado a la Navidad? No, no lo hace. Si nos enfocamos en el maravilloso regalo de la salvación que el Señor nos ha dado (Isaías 9:6), dar a otros es una forma natural de expresar esa gratitud. La clave es nuestro enfoque. ¿Está tu enfoque en el regalo o en quién lo da, nuestro bondadoso Padre Celestial? "Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces..." (Santiago 1:17).
