Pregunta: ¿Por qué es mejor una reprensión manifiesta que amor oculto (Proverbios 27:5)?
Respuesta:
La comunicación clara y honesta es característica de las relaciones fieles y amorosas. Salomón trató el tema en Proverbios 27:5-6: "Mejor es reprensión manifiesta que amor oculto. Fieles son las heridas del que ama; pero importunos los besos del que aborrece".
Diecinueve proverbios identifican algo como "mejor que" otra cosa. En Proverbios 27:5, la reprensión manifiesta es mejor que el amor oculto. La reprensión abierta habla de una corrección directa y franca de los errores de otra persona sin reserva o secretismo. Tal reprensión puede doler al principio, pero una reprimenda saludable puede ser una auténtica expresión de amor: "Pues el Señor corrige a los que ama, tal como un padre corrige al hijo que es su deleite" (Proverbios 3:12, NTV; cf. Hebreos 12:6; ver también Apocalipsis 3:19).
A lo largo del libro de los Proverbios, la reprensión manifiesta se presenta como una forma buena y valiosa de instrucción. Aquellos que responden correctamente a ella van "por el camino que lleva a la vida" (Proverbios 10:17, NTV). Se consideran "sabios" y "entendidos" (Proverbios 9:8; 15:5; 17:10). Pero aquellos que desprecian y rechazan la reprensión están en un camino hacia la pobreza, la desgracia, la destrucción y la muerte (Proverbios 1:23–26; 15:10).
La reprensión manifiesta es mejor que el amor oculto porque: "A fin de cuentas, la gente aprecia la crítica sincera mucho más que la adulación" (Proverbios 28:23, NTV). Por esta razón, el salmista oró, "¡Deja que los justos me golpeen! ¡Será un acto de bondad! Si me corrigen, es un remedio calmante; no permitas que lo rechace" (Salmo 141:5, NTV). Podemos confiar en una reprensión de una persona piadosa porque sabemos que la motivación es una sincera preocupación por nuestro bienestar. "No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; corrige al sabio, y te amará", declara Proverbios 9:8.
El amor secreto se refiere al amor que es incomprensible, invisible, cerrado, ignorado o retraído. Un amor así se ha rendido y ni siquiera se molesta en contarle a un amigo sus defectos. Incluso una conversación desagradable y disciplinaria es preferible a la falta de comunicación o a una actitud apática que no se preocupa lo suficiente por nuestro bienestar. Hace falta valor y amor genuino para hablar sin rodeos a un amigo que necesita corrección. Un verdadero amigo demuestra su amor con tiempo y atención, aunque a veces esa atención tome la forma de una reprimenda.
El amor secreto carece de valor para hablar o actuar y, en cambio, permite que el amigo siga pecando. Sin embargo, el amor de Dios nos llama a intervenir con compasión (Job 6:14; Proverbios 3:27; 17:17; Romanos 12:9-10; Gálatas 6:2; Filipenses 2:3-4). Santiago explicó: "Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados" (Santiago 5:19-20).
Jesús también aclaró que, entre los creyentes en Cristo, la reprensión manifiesta es mejor que el amor oculto: "Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano" (Mateo 18:15). El apóstol Pablo reiteró el principio: "Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado" (Gálatas 6:1).
La reprensión manifiesta es mejor que el amor oculto pone de relieve la necesidad de una comunicación honesta y una relación significativa con las personas que Dios ha puesto en nuestras vidas. Pocas cosas destruirán una relación más rápido que la apatía y el ser ignorado.