Pregunta: ¿Qué dice la Biblia acerca de una persona que es un sociópata / psicópata?
Respuesta:
Los términos sociópata y psicópata no aparecen en la Biblia. Sin embargo, la Biblia sí menciona comportamientos que son característicos de aquellos que hoy en día se describen con los términos casi sinónimos de sociopático y psicopático.
En la literatura criminal y psicológica de hoy, un sociópata o psicópata se identifica como alguien que se caracteriza por un egocentrismo extremo e inmadurez, emociones superficiales (incluyendo reducido miedo, falta de empatía y remordimiento, baja tolerancia al estrés, y poca respuesta a motivaciones positivas), insensibilidad, encanto superficial, irresponsabilidad, impulsividad, criminalidad, un estilo de vida parasitario y un deseo de manipular a los demás. Un psicópata es aquel que compulsivamente realiza actos criminales egoístas sin aparente conciencia o preocupación por el bienestar de sus víctimas.
La Biblia identifica tales comportamientos sociopáticos y psicópatas como entre los efectos morales y espirituales más severos de la caída del hombre en el pecado. Jesús describió tales pecados como provenientes de corazones malvados (Marcos 7:20–23). El apóstol Pablo identificó la impiedad como la raíz de tal corazón mortal (Romanos 1:28–32). El corazón sociopático produce las peores características de la naturaleza pecadora del hombre (Romanos 8:5–8), los peores efectos tanto de la degradación moral genética como ambiental. Al principio de la historia humana, Dios aniquiló a todos menos a ocho personas debido a tal comportamiento incorregible universal (Génesis 6:5–13). Deuteronomio 21:18–21 prescribe para la nación del Antiguo Testamento de Israel la consecuencia legal de tal comportamiento: ejecución por apedreamiento. Aparentemente, tal comportamiento era considerado por Dios como tan disruptivo y dañino para la familia y la sociedad, tan contrario al carácter de la gente que llevaba su nombre y supuestamente reflejaba su imagen, que era intolerable.
El Nuevo Testamento no ofrece detalles específicos sobre cómo tratar cívicamente estos problemas graves. Sus enseñanzas sobre la moralidad y la inmoralidad de todo tipo, y sus llamamientos e invitaciones llenos de esperanza a la penitencia, conversión, y vida transformada en Cristo, ciertamente se aplican a un psicópata al igual que a cualquier pecador. Pablo, describiendo conductas que incluían características sociopáticas, escribió a una congregación de creyentes en Jesucristo, “esto erais algunos” (1 Corintios 6:9–11). Dios es capaz de rescatar y restaurar a la justicia el corazón más corrupto. Vea Efesios 4:24; Colosenses 3:1–17; Romanos 7; Romanos 8:1–17 y 28–30.
