Respuesta:
La teología apofática (también conocida como teología negativa) es un intento de describir a Dios por lo que no se puede decir de Él. Muchos de los términos utilizados para describir los atributos de Dios tienen en ellos una calidad apofática. Por ejemplo, cuando decimos que Dios es infinito, también estamos diciendo que Dios no es finito (es decir, no está limitado). Otro ejemplo sería describir a Dios como un ser espiritual, que es solo otra forma de decir que Dios no es un ser físico.
En la historia de la iglesia, el método apofático fue popular entre teólogos como Tertuliano, San Cirilo de Jerusalén y los Padres Capadocios. El defensor más influyente de la teología apofática fue Pseudo Dionisio (quien fue citado muchas veces en la Summa Theologica de Tomás de Aquino). La teología apofática también es prevalente en el cristianismo ortodoxo oriental y se considera superior a la teología positiva (o catáfatica). Debido a la trascendencia de Dios, se cree, se debe obtener un conocimiento adicional de Dios a través de una experiencia directa de Él. Esto lleva a enfoques místicos para obtener un conocimiento de Dios.
Gran parte de esto parece evolucionar del debate entre la inmanencia de Dios y Su trascendencia. La inmanencia de Dios ve a Dios como íntimamente involucrado con Su creación y tomando un gran interés en la vida de las personas. Para proteger contra una sobre-enfatización de la inmanencia de Dios, hay quienes quieren enfatizar la trascendencia de Dios, Su "otredad total". Pero la verdad no es una proposición de "o / o" en este caso, sino una proposición de "y / y". Dios es tanto inmanente como trascendente. En Su trascendencia, es apropiado hablar de lo que Dios no es (teología apofática). También debemos tener en cuenta que el cristianismo es una fe revelada y que, a pesar de la trascendencia de Dios, Dios se dignó revelarse a la humanidad. Por lo tanto, podemos hacer afirmaciones positivas sobre Dios, que Él es amoroso, misericordioso y compasivo. Tales declaraciones deben verse de manera analógica. En otras palabras, podemos entender qué significan bondad, amor y misericordia, pero cuando se aplican a Dios, se entiende que se aplican a la perfección, es decir, se aplican de manera analógica, desde lo menor (nosotros) hasta lo mayor (Dios).