Pregunta: ¿Qué significa que el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía (Apocalipsis 19:10)?
Respuesta:
Apocalipsis 19:10 hace una audaz declaración sobre la relación entre la profecía y Jesucristo: "el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía". El libro de Apocalipsis es un libro de profecía dado por Jesucristo a Su siervo Juan (Apocalipsis 1:1). El término revelación se refiere a una revelación o dar a conocer algo que antes era desconocido. La revelación es como retirar un velo para mostrar lo que hay detrás o desenvolver un regalo para ver lo que hay dentro.
¿Qué es entonces la profecía? En pocas palabras, la profecía es la comunicación de Dios a la humanidad. Alguna profecía puede hablar de eventos futuros, y otra profecía puede que no. Los profetas fueron utilizados como un portavoz de Dios: escuchaban a Dios y después transmitían el mensaje de Dios a la multitud. Algunos ejemplos de profetas son Elías, Isaías, Moisés y Jonás.
En el contexto de Apocalipsis 19:10, Juan ha visto la caída del malvado sistema mundial llamado Babilonia la Grande (Apocalipsis 18). Una gran multitud en el cielo está celebrando y cantando alabanzas a Dios a causa de ese juicio (Apocalipsis 19:1–3) y porque ahora es el momento para la cena de las bodas del Cordero (versículos 6–8). Un ángel le dice a Juan: "Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero" (Apocalipsis 19:9). Ante esta proclamación, Juan cae a los pies del ángel que está comunicando esta profecía, pero el ángel insiste en que Juan se levante, porque él es simplemente un "consiervo" (Apocalipsis 19:10; cfr. Colosenses 2:18).
En respuesta a la equivocada adoración de Juan, el ángel le dice: "Mira, no lo hagas... Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía" (Apocalipsis 19:10). Es fundamental entender que esta declaración es una respuesta a la intención de Juan de adorar al ángel. Debido a la construcción de la frase en el idioma original (griego), hay tres interpretaciones comunes de "el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía":
1. Jesús es la sustancia de toda profecía, o dicho de otra manera, Jesús es el tema común de toda profecía.
2. Toda profecía verdadera da testimonio acerca de Jesús. Por lo tanto, toda profecía debería llevarnos a adorarlo únicamente a Él.
3. El mensaje o testimonio dado por Jesús es la esencia de la verdadera profecía. Jesús es la Palabra, y ninguna profecía nos llega sino a través de Él, apuntando en última instancia a Dios como la fuente de toda verdadera profecía.
La NVI traduce la declaración del ángel como "El testimonio de Jesús es el espíritu que inspira la profecía". La redacción de la NTV es "la esencia de la profecía es dar un claro testimonio de Jesús". La redacción de ambas traducciones prefiere una de las dos primeras interpretaciones. Sin embargo, la tercera interpretación parece encajar mejor dentro del contexto de Apocalipsis 19:10. Juan no debe adorar al ángel, sino solo a Dios. Dado que Juan estaba adorando al ángel en respuesta a la profecía dada, el ángel se asegura de que Juan entienda que Jesús es la fuente de la comunicación y que solo Él es digno de la adoración (cfr. Lucas 4:8; Hechos 14:11-15).
Siguiendo la orden del ángel a Juan, debemos adorar solo a Dios. No debemos adorar al portador del mensaje, sino a la Fuente del mensaje. Aunque Dios ha hecho muchas cosas hermosas, como los ángeles, Él es el único digno de nuestra alabanza (cfr. Juan 17:3; 1 Timoteo 1:17; 6:15; 1 Samuel 7:4).
