Respuesta:
Un momento a solas es una parte importante de la vida diaria del cristiano, porque es cuando uno va a un lugar tranquilo y bastante cómodo (normalmente) en su propio hogar, donde nos podemos acercar a Dios sin distracciones. Un tiempo a solas es una parte de cada día que se destina para una reunión entre un creyente y Dios. Este tiempo consiste en leer una porción de la biblia que el creyente escoja, al igual que un tiempo de oración.
Cada creyente necesita un tiempo a solas con el señor. Si Jesús mismo lo necesitó, ¿cuánto más nosotros? Jesús con frecuencia se alejaba de los demás con el fin de comunicarse regularmente con su padre, como lo dicen los siguientes pasajes de las escrituras: "Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro'" (Mateo 26:36). "Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba" (Marcos 1:35). "Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba" (Lucas 5:16).
La duración del tiempo a solas no importa, pero debería ser suficiente tiempo para meditar sobre lo que se lee y luego orar por eso o por cualquier otra cosa que le venga a la mente. Acercarnos a Dios es una experiencia gratificante y, una vez que se establezca el hábito regular del tiempo a solas, se va a esperar con mucha ansiedad un tiempo específico para el estudio y la oración. Si nuestros horarios son tan agitados y apremiantes que sentimos que ya no podemos tomar algún tiempo diariamente para reunirnos con nuestro padre celestial, entonces lo apropiado sería una revisión de nuestros calendarios para eliminar el "ajetreo".
Una aviso de advertencia: algunas religiones orientales que enseñan los principios de meditación, incluyen instrucciones sobre cómo "desocupar la mente" concentrándose en repetir un sonido o una palabra en particular una y otra vez. Al hacerlo, dejan un lugar para que Satanás entre y haga estragos en nuestras mentes. Por el contrario, los cristianos deberían seguir el consejo del apóstol Pablo en Filipenses 4:8: "Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad". Llenar nuestra mente con estos hermosos pensamientos no puede sino traer paz y agradar a Dios. Nuestro tiempo a solas debe ser un momento de transformación que se logra por la renovación de nuestras mentes (Romanos 12:2), y no se logra simplemente por desocuparla.