Pregunta: "¿Qué significa que todos hemos pecado?"
Respuesta:
Esta afirmación, "todos pecaron", se encuentra en Romanos 3:23 ("por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios") y en la última frase de Romanos 5:12 ("...por cuanto todos pecaron"). Básicamente, significa que todos somos transgresores de la ley, puesto que el pecado es la violación de la ley de Dios (1 Juan 3:4). El pecado es la característica general de toda la humanidad; todos somos culpables ante Dios. Somos pecadores por naturaleza y por nuestros propios actos de transgresión.
En Romanos 5:12 la expresión "todos pecaron" parece indicar que toda la humanidad "participó" en el pecado de Adán y fue condenada a muerte incluso antes de que ellos mismos eligieran deliberadamente pecar; de hecho, eso es exactamente lo que Pablo confirma en Romanos 5:14. En este pasaje (Romanos 5:12-21), Pablo explica cómo y por qué la "sentencia de muerte" por el pecado de Adán recayó sobre toda la raza humana.
Agustín explicó la transmisión del pecado de Adán hasta nosotros con una teoría conocida como "jefatura federal", un punto de vista que sostienen la mayoría de los eruditos evangélicos. Agustín enseñó el concepto de "culpa heredada", es decir, que todos pecamos "en Adán": cuando Adán "votó" por el pecado, actuó como nuestro representante. Así, su pecado fue imputado o acreditado a toda la raza humana: todos fuimos declarados "culpables" por el único pecado de Adán.
Otro punto de vista es que la afirmación "todos pecaron" se refiere sólo al pecado personal que surge de nuestra naturaleza pecaminosa. Después de aclarar en Romanos 5:13-17 cómo se imputa el pecado personal y luego se propaga, Pablo explica por qué "todos mueren", aunque no hayan cometido un pecado personal. La razón por la que todos reciben esta "sentencia de muerte" (Romanos 5:18a) es que, mediante la desobediencia de Adán, todos fueron "hechos pecadores" (Romanos 5:19a). El verbo hecho significa "constituido"; por lo tanto, la naturaleza pecaminosa es una condición heredada que incurre en una sentencia de muerte, incluso en aquellos que aún no son culpables de pecado personal (Romanos 5:13-14). Esta condición heredada inevitablemente engendra el pecado personal cuando la conciencia alcanza la madurez y hace responsable a la persona en cuanto decide transgredir la ley deliberadamente (Romanos 2:14-15; 3:20; 5:20a).
Todos somos pecadores porque Adán transmitió su condición pecaminosa que nos lleva necesariamente al pecado personal y a la muerte. Todos compartimos la sentencia de muerte de Adán como una condición heredada (la "naturaleza pecaminosa") que se transmite a la raza humana y que cada niño trae al mundo. Incluso antes de que un niño pueda ser considerado responsable del pecado personal, por naturaleza es propenso a desobedecer, a decir mentiras, etc. Cada niño nace con una naturaleza pecaminosa.
"El Señor miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido, que buscara a Dios" (Salmo 14:2). ¿Y qué encuentra el Dios omnisciente? "Todos se desviaron, a una se han corrompido; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno" (versículo 3). En otras palabras, todos han pecado.
