Pregunta: ¿Por qué hay tantas tragedias de celebridades?
Respuesta:
Suicidios, sobredosis de drogas (ya sean ilícitas o recetadas), divorcios, alcoholismo, desastres financieros: ¿por qué son tan comunes las tragedias de celebridades como estas? ¿Por qué muchas celebridades, algunas de las cuales son relativamente inteligentes y buenas personas, hacen de sus vidas un completo desastre? No hay una única respuesta que se aplique definitivamente a cada tragedia de celebridades, pero si hay una respuesta bíblica explícita, es una palabra: orgullo.
El ejemplo bíblico más poderoso de una "caída de gracia" es Satanás. Escucha la descripción de Ezequiel de Satanás antes de su caída: "Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad" (Ezequiel 28:14-15). ¿Qué le sucedió a Satanás? “Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti” (Ezequiel 28:17). Isaías amplía la causa de la caída de Satanás: "Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo" (Isaías 14: 13-14). En lugar de honrar y adorar al Dios que lo creó y le dio belleza, Satanás se volvió orgulloso, adorándose esencialmente a sí mismo.
¿Cuál es el resultado final? "Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser” (Ezequiel 28:19). "Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo. Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es este aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos" (Isaías 14:15-16). Los mensajes de Isaías y Ezequiel sobre el destino de Satanás suenan notablemente similares a algunas de las tragedias que han ocurrido entre las celebridades en los últimos años.
¿Por qué es el orgullo un problema tan grande? Proverbios 16:18 declara: “Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu”. El orgullo hace que la gente olvide a Dios (Oseas 13:6). El orgullo hace que algunas celebridades olviden que Dios fue quien les dio los talentos y habilidades que poseen. El orgullo hace que las celebridades tengan una visión demasiado alta de sí mismas, pensando que son dignas de toda la adulación que reciben. El orgullo arrogante lleva a las celebridades a pensar que no pueden ser engañadas y, por lo tanto, ponen su confianza en personas muy poco fiables. Una visión demasiado alta de uno mismo lleva a algunas celebridades a creer que están más allá de la posibilidad de fracaso, y por eso toman decisiones extremadamente tontas con sus vidas, carreras, relaciones, matrimonios, finanzas, etc.
En última instancia, el problema es este: los seres humanos no están diseñados espiritual, emocional o psicológicamente para recibir adoración. Solo Dios es digno de adoración, y solo Dios puede recibir adoración sin que pervierta su "psique". Cuando las celebridades se adoran a sí mismas, o permiten que otros las adoren, esto resulta en orgullo arrogante y egocentrismo, lo que lleva al desastre y la tragedia.
Es importante recordar que este tipo de tragedias no están limitadas a las celebridades. Las personas "promedio" y "ordinarias" experimentan las mismas tragedias. La diferencia es que las tragedias no se anuncian en los tabloides ni se discuten en las noticias. No es necesario ser una celebridad para estar controlado por el egocentrismo, la arrogancia y la vanidad. Todos estamos sujetos a estas tentaciones y fracasos (1 Corintios 10:13). Las celebridades enfrentan una medida extra de tentación debido a la adulación que reciben. Sin embargo, de nuevo, las mismas tragedias que asolan a las celebridades también ocurren todos los días en la vida de las personas "ordinarias".
¿Cuál es la cura? La cura es darle a Dios la gloria que solo Él merece. La solución es tener una autoimagen bíblica, reconociendo que somos valiosos porque estamos creados a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1: 26-27), no por algo que hayamos logrado "por nuestra cuenta”. La solución es rechazar ser adorado, como lo hacen los santos ángeles (Apocalipsis 19:10; 22:9), y en su lugar desviar cualquier adoración y adulación a Dios, que es el único digno. La clave es reconocer que somos quién dice que somos Romanos 3: 10-23 y alabar a Dios por ser el Dios misericordioso, generoso y amoroso que Él es.