Respuesta:
El transhumanismo es una postura filosófica y cultural que fomenta el avance humano mediante la tecnología. Más concretamente, el transhumanismo fomenta el uso de mejoras artificiales para empujar a la humanidad hacia algo "más que" humano. Fundamentalmente, es una forma de utopismo, la creencia de que los seres humanos pueden cambiarse a sí mismos y crear un paraíso en la Tierra. La idea básica de mejorar la condición humana es perfectamente compatible con la Biblia. De hecho, es uno de los propósitos de un estilo de vida cristiano (Juan 10:10). Pero el transhumanismo contradice la Biblia cuando supone que la humanidad es completamente soberana y capaz de cambios autodirigidos sin necesidad de Dios (Jeremías 17:9).
Como cualquier otro movimiento cultural, hay subconjuntos y subgéneros de pensamiento bajo la tienda transhumanista. Detrás del transhumanismo hay algunas motivaciones admirables. Para algunos, la intención es reducir el sufrimiento o mejorar la calidad de vida (Lucas 12:33). Sin embargo, llevado al extremo, puede convertirse en una búsqueda de la inmortalidad, una huida de los límites morales o una forma de religión en sí misma. La redención definitiva de la humanidad es algo que solo Dios logrará (Apocalipsis 21:1), no la tecnología.
Puesto que Dios le dio a la humanidad el dominio sobre la tierra, existen medios espiritualmente aceptables para mejorar la condición humana mediante la tecnología. Eso no significa que los humanos seamos plenamente capaces, ni siquiera plenamente libres, de cambiarnos a nosotros mismos de la forma que elijamos. En última instancia, Dios es soberano sobre nosotros; nosotros no somos soberanos sobre nosotros mismos. En cuanto una persona adopta el punto de vista de que puede recrearse a sí misma, se coloca en una posición espiritual irreal y usurpa las prerrogativas de Dios. Nuestro conocimiento, poder y capacidad simplemente no se pueden comparar con los del Creador (Job 38:2-5).
El hombre moderno dispone de una tecnología inimaginable para las generaciones de hace mil años, pero seguimos siendo humanos, seguimos teniendo defectos y seguimos necesitando un Salvador (1 Juan 1:8). La experiencia nos ha enseñado que los seres humanos tienden a ser tan inmorales con tecnología como sin ella. Aldous Huxley señaló que "lo que la ciencia ha hecho en realidad es introducirnos en medios mejorados para obtener fines hasta entonces no mejorados o más bien deteriorados". En otras palabras, la ciencia no hace a la humanidad menos pecadora, ni más moral; solo hace que nuestro pecado sea más sofisticado. La experiencia humana demuestra que el lado utópico del transhumanismo es tan ficticio como su lado espiritual.
