Pregunta: "¿Qué dice la Biblia sobre cómo tratar a la gente mala?"
Respuesta:
Desafortunadamente, todos tenemos que lidiar con gente mala en algún momento. Romanos 1:28-30 contiene una larga lista de comportamientos injustos, que incluye la malicia, el chisme, la calumnia, la insolencia, la crueldad y el desprecio. Todas estas son diferentes facetas de la maldad, y resulta inevitable que nos encontremos con personas impulsadas por este tipo de comportamiento en este mundo. La gente es mala por diversas razones, y muchas de ellas no tienen nada que ver con la persona a quien tratan con maldad. Con frecuencia, el comportamiento mezquino es una reacción a los conflictos internos que tiene una persona, y no una respuesta racional a las personas que la rodean. Sin embargo, ser el objeto de un comportamiento mezquino es doloroso y desmoralizador. ¿Cuál es la respuesta bíblica? ¿Qué dice la Biblia sobre cómo debemos reaccionar frente a las personas malas?
Tratando con gente mala - Compasión
La primera respuesta correcta hacia las personas malas es la compasión, especialmente cuando se trata de un altercado u ofensa que ocurre por primera vez. Un amable intento de comprender y relacionarse con el dolor que hay detrás de la maldad es mucho más eficaz que una actitud belicosa para disipar un conflicto. Uno de los ejemplos más bellos de compasión en la Biblia es la respuesta de Jesús a los que le crucificaron y echaron a suertes Sus vestidos. Es un ejemplo bastante doloroso, porque lo que se le hacía a Jesús iba mucho más allá de la maldad: era una tortura y una injusticia. Aun así, en vez de centrarse en Su propio dolor, pensó en la condición espiritual de ellos. En lugar de responder con una ira justificada, pidió a Dios que los perdonara por sus actos de ignorancia (Lucas 23:34). Esteban, el primer mártir de la iglesia, siguió ese ejemplo (Hechos 7:59-60).
Tratando con gente mala - Confrontación
Debemos ser comprensivos y responder siempre con amabilidad. Ser malo con una persona mala sólo agrava la situación; estamos llamados a ser pacificadores y a "poner la otra mejilla" (Mateo 5:38-42; Romanos 12:18). Sin embargo, si la persona mala es un cristiano, la Biblia recomienda la confrontación. Todos pecamos, por supuesto. Como dijo Santiago, "todos ofendemos muchas veces" (Santiago 3:2), pero hay que confrontar un comportamiento malo, según las instrucciones de Mateo 18:15-17. Debemos confrontar a nuestros hermanos y hermanas cuando pecan contra nosotros con un espíritu de restauración. Si se niegan a escuchar, debemos llevar a algunos otros cristianos fieles con nosotros, una vez más con el ánimo de recordar al cristiano ofensor que no se está comportando de acuerdo con su profesión de fe. Si eso no funciona, el asunto se lleva ante la iglesia local. Si no escucha a todo el grupo, ha de ser tratado como un incrédulo; no se pide enemistad ni represalias, aunque la relación ha cambiado.
Tratando con gente mala - Humildad
Recuerda que a veces tú eres la persona mala. No seas como el siervo implacable de la parábola de Jesús en Mateo 18:21-35. Un siervo tenía una gran deuda con su amo; era una cantidad que nunca podría pagar. El amo saldó la deuda por completo. Sin embargo, el siervo se dirigió a otro siervo que le debía una pequeña cantidad de dinero y le exigió que pagara, y cuando el deudor no pudo pagar, ¡lo metió en la cárcel! El amo se enteró y se enfadó. El amo le devolvió al siervo implacable la deuda original y lo metió en la cárcel. Cuando la gente es mala con nosotros, debemos recordar siempre que teníamos una gran deuda con Dios. Él nos perdonó, y nosotros podemos perdonar a los demás.