Respuesta:
Hay muchas referencias de una "trilla " en la Biblia, algunas literales y otras simbólicas. En los días bíblicos no había máquinas, así que después de la cosecha, el grano se separaba de la paja y las cáscaras golpeándolo manualmente. Primero tenía que haber una superficie plana, lisa y dura, que se conocía como la trilla. Generalmente, el proceso de trillar se realizaba extendiendo las gavillas en la era y haciendo que los bueyes y el ganado las pisaran repetidamente, separando la parte comestible del grano de cereal (u otro cultivo) de la paja no comestible y escamosa que la rodea (Deuteronomio 25:4; Isaías 28:28). A veces se utilizaban mayales o palos para este fin (Rut 2:17; Isaías 28:27). Luego se usaban tenedores de aventar para lanzar la mezcla al aire y que el viento se llevara la paja, y dejar sólo el buen grano en el suelo.
Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento hablan de la era como un símbolo de juicio. Oseas profetizó que, como Israel se alejó repetidamente de Dios y se entregó a falsos ídolos, Su juicio sobre ellos los dispersaría a los vientos como la paja de la era. "Por tanto, serán como la niebla de la mañana, y como el rocío de la madrugada que se pasa; como el tamo que la tempestad arroja de la era, y como el humo que sale de la chimenea" (Oseas 13:3). Jeremías pronunció un destino similar sobre los babilonios que persiguieron a Israel, comparándolos con las gavillas pisoteadas en la era (Jeremías 51:33).
Juan el Bautista utiliza la representación de la era para describir al Mesías venidero, que separará a los verdaderos creyentes de los falsos. Los verdaderos seguidores de Cristo serán reunidos en el reino de Dios como se recoge el grano en los graneros, mientras que los que rechazan a Cristo serán quemados "en fuego que nunca se apagará", como se quema la paja sin valor (Mateo 3:12; Lucas 3:17). Con frecuencia, los malvados son descritos como paja que el viento ahuyenta (Salmo 1:4; Isaías 17:13). En la parábola del trigo y la cizaña (Mateo 13:36-43) encontramos una descripción parecida, en la que se separa el buen grano de la maleza sin valor.
