Pregunta: "¿Cayó una tercera parte de los ángeles con Lucero?"
Respuesta:
No hay ningún versículo en la Biblia que diga: " Una tercera parte de los ángeles cayó del cielo". La idea de que, cuando Satanás se rebeló contra Dios, una tercera parte de los ángeles se fue con él proviene de otros versículos que, cuando se ponen juntos, sugieren que eso fue lo que sucedió.
En el sexto día de la creación, Dios declaró que todo era "muy bueno" (Génesis 1:31). Suponemos que el "todo" incluye a los ángeles. Poco tiempo después, Satanás se rebeló contra Dios y fue expulsado del cielo. Jesús fue testigo del acontecimiento: "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo" (Lucas 10:18)-un acontecimiento que el Señor utiliza para explicar los exorcismos que realizaban los 72 (versículo 17).
Otro pasaje que también parece describir la caída de Satanás del cielo es Isaías 14:12-15. El contexto se refiere principalmente a un rey humano, ya que se pronuncia un juicio contra Babilonia. Sin embargo, el lenguaje poético que usa Isaías es tan grandioso a tal punto que muchos eruditos han llegado a la conclusión de que hay algo más en el pasaje. Las referencias a "toda la tierra" (Isaías 14:7), la "caída del cielo" del rey (versículo 12), su deseo de ensalzarse "por encima de las estrellas" (versículo 13) y el nombre simbólico de Lucero o hijo de la mañana (versículo 12) son expresiones de grandeza hiperbólica. Si se trata sólo del rey humano de Babilonia, entonces todo es figurativo (y muy exagerado); sin embargo, si se trata de un personaje espiritual secundario, entonces las descripciones podrían ser bastante literales. Dios está pronunciando juicio sobre ambos "reyes de Babilonia": el rey humano y el potentado espiritual que le da poder (siendo Babilonia un símbolo de rebelión desde el Génesis hasta el Apocalipsis). El asombro de Isaías 14:12 ("¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones") podría tener una doble interpretación.
Además, el libro del Apocalipsis describe "una estrella que cayó del cielo a la tierra" (Apocalipsis 9:1). A esta "estrella" se le da una llave del pozo sin fondo y procede a liberar una horda de "langostas" atormentadoras (Apocalipsis 9:2-11). Aunque Apocalipsis 9:1 no es una referencia clara a Satanás, podría serlo: el hecho de que la "estrella" que cayó del cielo tenga una llave (autoridad) no es ningún problema, sobre todo porque utiliza la llave para desatar el terror sobre la tierra.
Así pues, la Biblia enseña explícita e implícitamente que Satanás cayó de su posición en el cielo. ¿Pero cómo sabemos que una tercera parte de los ángeles también cayó con él?
El pasaje que mejor apoya la idea de que Satanás se llevó consigo a una tercera parte de los ángeles en su rebelión es Apocalipsis 12:3-4. Juan ve una señal en el cielo: "he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra". Luego Juan relata que el dragón fue arrojado a la tierra y lo identifica claramente como "la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero" (Apocalipsis 12:9). Ahora bien, el dragón no es arrojado a la tierra solo: "Sus ángeles fueron arrojados con él" (versículo 9). Los ángeles que son expulsados del cielo con Satanás los asociamos con el "tercio de las estrellas" que la cola del dragón arrastró del cielo a la tierra en el versículo 4.
Si las "estrellas" de Apocalipsis 12:4 son en realidad una referencia simbólica a los "ángeles" de Satanás en el versículo 9, entonces lo que tenemos es una referencia a la caída de una parte de los ángeles (las huestes celestiales) que siguieron a Satanás en su rebelión. Dos terceras partes de los ángeles permanecieron leales a Dios y se les llama los "ángeles santos" en las Escrituras (por ejemplo, Marcos 8:38); una tercera parte de los ángeles originales se unieron a Satanás y en la actualidad se les llama "espíritus inmundos" o "demonios" (por ejemplo, Marcos 9:25).