Respuesta:
Esta es una pregunta profundamente importante. Debido a que vivimos en un mundo con muchas afirmaciones de la verdad que compiten entre sí, y muchos supuestos dioses, la identidad del único Dios verdadero es importante. El único Dios verdadero se distingue de todos los dioses falsos que han sido impuestos a la humanidad por espíritus malignos y hombres engañados. Los dioses creados por la imaginación y la mano del hombre no tienen ningún valor (Isaías 44:9-10), pero el único Dios verdadero está lleno de gloria, gracia y verdad (Juan 1:14).
La Biblia dice que el único Dios verdadero es el soberano, el Creador autoexistente del universo (Isaías 42:5; Efesios 1:11). Él es espíritu (Juan 4:24), es eterno (Salmo 90:2), y es personal (Deuteronomio 34:10). El único Dios verdadero posee todo el conocimiento (Isaías 46:10) y todo el poder (Mateo 19:26), está presente en todos los lugares (Salmo 139:7-10), y es inmutable (Santiago 1:17). Hay muchos dioses falsos, el hinduismo supuestamente reconoce hasta 330 millones de dioses, pero ninguno de ellos posee los atributos del único Dios verdadero.
La Biblia dice que Dios es justo (Hechos 17:31), amoroso (Efesios 2:4-5), verdadero (Números 23:19) y santo (Isaías 6:3). Dios muestra compasión (2 Corintios 1:3), misericordia (Romanos 9:15) y gracia (Romanos 5:17). Dios juzga el pecado (Salmo 5:5), pero también ofrece perdón (Salmo 130:4). Cualquier dios que no sea justo, amoroso, verdadero, santo, compasivo, misericordioso, lleno de gracia y perdonador no es el único Dios verdadero.
El único Dios verdadero existe en triunidad. La Biblia habla de tres Personas divinas que comparten la misma naturaleza y esencia en un Dios. Padre, Hijo y Espíritu Santo son tres en uno (Mateo 3:16–17; 28:19). Esta característica del único Dios verdadero lo separa de todos los otros dioses de las religiones monoteístas: El Islam, por ejemplo, enseña un dios (Alá), pero es un dios falso, ya que Alá no es trino. Cualquier concepto de Dios que excluya a Jesucristo es falso. Como dice la Escritura: "Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre" (1 Juan 2:23).
El único Dios verdadero quiere ser conocido. Él ha revelado Su poder y gloria en la creación (Romanos 1:20). Se reveló a Abram en Mesopotamia, llamándolo a una nueva vida de fe y haciendo de él una nueva nación (Génesis 12:1–3). Más adelante, el único Dios verdadero se identificó como "el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob" (Éxodo 3:6) y se reveló a Moisés en Madián (versículos 1-5). Por medio de Moisés, el único Dios verdadero comenzó a revelarse más claramente a través de Su Palabra escrita, la Biblia. Y, finalmente, el único Dios verdadero nos ha dado la revelación definitiva de Sí mismo en el Señor Jesús: "Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo" (Hebreos 1:1-2). Jesús es "la imagen misma de su esencia" (versículo 3). Jesús es el Verbo de Dios hecho carne que "habitó entre nosotros" (Juan 1:14).
Todos podemos elegir a quién adorar. Josué dijo a los israelitas que era hora para ellos de elegir el único Dios verdadero en lugar de los dioses de los amorreos (Josué 24:15). Elías dijo al pueblo en la cima del monte Carmelo que no podían seguir siendo indecisos con respecto a Dios: ""¿Hasta cuándo vacilarán entre dos opiniones? Si el Señor es Dios, síganlo; y si Baal, síganlo a él"" (1 Reyes 18:21 − NBLA). Hoy en día, la gente adora a algunos de los mismos dioses paganos mencionados en el Antiguo Testamento; o adoran dioses falsos más recientes como Mami Wata y Cernunnos; o se adoran a sí mismos. Pero la adoración a deidades falsas solo lleva a la muerte al final. "Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado" (Juan 17:3). Que seamos como Rut, que escogió al único Dios verdadero en lugar de los ídolos de Moab (Rut 1:16).