Respuesta:
La frase Venga Tu Reino es parte del Padre Nuestro, una oración que Jesús enseñó a Sus discípulos (y a todos los futuros siervos de Su reino) como un modelo de oración.
En Lucas 11:1, los discípulos vieron a Jesús orando y quisieron que les enseñara a orar. Se dieron cuenta de que el comportamiento diario de Jesús era el resultado de Su vida de oración íntima con Dios, y querían reflejar lo mismo en sus vidas. Entonces Jesús les enseñó este modelo de oración: "Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal" (Lucas 11,2-4).
Hay una versión más completa del Padre Nuestro en Mateo 6:9-15 que forma parte de las extensas enseñanzas de Jesús en el Sermón del Monte. Y en ambos pasajes, Jesús dice "Venga Tu reino".
Un elemento de la instrucción de Cristo para la oración es comprender que el Reino de Dios no se ha realizado por completo en esta tierra. Venga Tu reino no es solamente un deseo de la venida de Cristo en el futuro, si bien este deseo se encuentra en la súplica. Pero Venga Tu reino también expresa el deseo en la oración que tienen los siervos de Cristo de que el Reino de Dios se extienda y se establezca cada vez más en todo el mundo aquí y ahora.
Es importante que en nuestras oraciones tengamos una mentalidad que reconozca los propósitos del reino de Dios y que nos preocupemos por impulsar esos propósitos. En primer lugar, el dominio del Señor tiene que evidenciarse en la vida de Sus discípulos. Orar "Venga Tu reino" es pedir al Padre celestial que nos ayude a ser cristianos fieles, obedientes, sinceros y efectivos en nuestras propias vidas. Difundimos el reino de Dios no sólo con palabras, sino también con nuestras acciones y las cualidades visibles de nuestro carácter (Mateo 7:16, 20; Juan 13:35; 1 Juan 3:10).
También sabemos por las Escrituras que Dios quiere que todos los pecadores se salven (Ezequiel 18:23; Mateo 23:37; 1 Timoteo 2:4; 2 Pedro 3:9). Así que, en el ejemplo de oración de Cristo, estamos seguros de que la oración de petición por la salvación de las almas vale la pena. Orar "Venga Tu reino" es lo mismo que decir: "Querido Señor, por favor abre los corazones de mis seres queridos, amigos, compañeros de trabajo y vecinos para que reciban Tu regalo de salvación en Jesucristo". El reino de Dios se extenderá mientras más personas se vuelvan a Cristo para la salvación. Ellos entran al reino cuando conocen al Rey crucificado de ese reino. La gente necesita el evangelio.
Otra forma de buscar que el Reino de Dios se establezca aquí y ahora es orando para que los diferentes aspectos de la naturaleza de Dios sean revelados y conocidos en el mundo. Podemos pedirle a Dios que nos muestre Su santidad a nosotros y a los demás para para que todos puedan verla y entenderla, y ser transformados por ella. En Isaías 6:1-5, cuando el profeta Isaías tuvo una visión de la santidad de Dios, quedó completamente destrozado. La experiencia de Isaías fue tan impresionante que vio la gloria de la santidad de Dios llenando toda la tierra: "Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria" (versículo 3).
Cuando oramos "Venga Tu reino", le estamos pidiendo a Dios que haga brillar Su luz al mundo para que otros puedan responder a Él con admiración y reverencia (Juan 1:1-15). Jesús es la luz del mundo que rompe las tinieblas del pecado por Su obra en la cruz (Juan 8:12). Por medio del sacrificio de Cristo, los creyentes también nos convertimos en luces para el mundo (Mateo 5:14-16). La Palabra de Dios también es una luz para el mundo, que revela Su reino para que sea visto en la tierra (Salmo 119:105, 130; Proverbios 6:23; 2 Pedro 1:19).
Como creyentes en Jesús, reconocemos a Dios como nuestro Rey. Orar, "Venga Tu reino", significa que queremos que Él gobierne de manera soberana nuestras vidas aquí en la tierra, sometiéndonos a Su autoridad y entregándonos a Su control en todos los aspectos de nuestra vida. De igual manera, orar "Venga Tu reino" significa que deseamos sinceramente que el reino de Dios se establezca en toda la tierra y sobre cada persona. Oramos, "Venga Tu reino", para que el gobierno soberano de Dios venga ahora y en el futuro en su totalidad y de forma permanente.
