settings icon
share icon
Pregunta

¿Debería un cristiano participar en protestas?

Respuesta


Protestar contra algo es expresar desacuerdo con una idea o acción. Sin embargo, la palabra como sustantivo suele referirse a un grupo de personas poco organizadas que se manifiestan pública y enérgicamente contra alguna política o situación. Generalmente, las protestas son de carácter político y pueden ir desde manifestaciones pacíficas hasta disturbios al margen de la ley. En Estados Unidos, la Primera Enmienda de la Carta de Derechos garantiza el "derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y a solicitar al gobierno la reparación de agravios". Así que, para los cristianos en Estados Unidos, protestar pacíficamente es un derecho garantizado por nuestra Constitución. Participar en una protesta pacífica no es infringir la ley. Por supuesto, la legalidad es diferente de la moralidad. Los disturbios siempre están mal, pero ¿es correcto que los cristianos participen en protestas pacíficas?

Podría decirse que la mayoría de los cambios importantes en las leyes o los gobiernos comenzaron con algún tipo de protesta. La gente se hartó y organizó a ciudadanos con ideas afines. Juntos presionaron a favor del cambio y trabajaron para mejorar una situación que consideraban intolerable. Una protesta histórica que llamamos el Motín del Té de Boston tuvo gran importancia en el nacimiento de Estados Unidos. La Reforma protestante es una de las protestas más famosas de la historia mundial. Sin el coraje y la convicción de Martín Lutero, los errores y abusos de la Iglesia Católica Romana podrían haber continuado sin control. El Movimiento por los Derechos Civiles de la década de 1960, liderado por el Dr. Martin Luther King, Jr. fue una protesta contra las leyes injustas y discriminatorias. Esa protesta desencadenó cambios muy necesarios que ayudaron a reducir la discriminación racial en el sector público. Las protestas pueden ser positivas o negativas dependiendo del tema y de la forma en que se expresen.

Un ejemplo obvio de una protesta que salió mal es la turba que se agitó en el tribunal de Pilato para gritar "¡Crucifícalo!", y enviar a Jesús a la cruz (Mateo 27:15-26). Como en muchas protestas populares, no se trataba tanto de justicia o legalidad como de desinformación y mala intención (ver Hechos 19:23-41 y Hechos 21:26-36).

Los escribas y fariseos de la época de Jesús utilizaron a una muchedumbre desinformada para hacer avanzar su agenda egoísta. La historia nos enseña a ser cautelosos con los argumentos que controlan a las masas. Esos puntos pueden parecer justos a primera vista, pero con frecuencia los impulsan motivos malvados. Las ideas de las masas son un arma poderosa, y las protestas pueden ser destructivas y peligrosas cuando están influenciadas por mentes perversas. Las recientes protestas en Estados Unidos están relacionadas con el movimiento Black Lives Matter. Aunque afirma defender los derechos de los negros estadounidenses, la agenda de fondo de esta organización es antifamiliar y anticristiana.

La ira ante el abuso de poder muchas veces es la chispa que enciende las llamas de la protesta. Las personas apasionadas pueden ser arrastradas por una mentalidad de turba antes de darse cuenta y se encuentran uniéndose a causas sin examinarlas de cerca. Antes de que un cristiano se involucre en una protesta, debería considerar cuidadosamente estas preguntas:

1. ¿Es esta una causa digna?

2. ¿Apoyaría Jesús las convicciones que hay detrás de esta causa?

3. Mi participación, ¿violará alguna ley legítima?

4. ¿Conozco los verdaderos motivos detrás de esta protesta, y puedo apoyar esos motivos?

5. ¿Qué mensaje enviará mi participación a las personas ajenas a esta protesta?

6. ¿Estoy siendo utilizado como títere en una agenda oculta que de otro modo no apoyaría?

7. ¿Se está utilizando esta protesta como excusa para la violencia, la destrucción u otras formas de maldad?

8. ¿Es esta protesta la mejor manera de promover el mensaje que quiero proclamar?

9. ¿Cuál espero que sea el resultado de esta protesta?

10. ¿Cómo trataré a los que no se unan a mí en esta protesta?

Cada decisión que tomemos debe apoyar el llamado de Dios para que hagamos discípulos (Mateo 28:19) y glorifiquemos a Dios (1 Corintios 10:31). Ya sea que estemos considerando una oferta de trabajo, una relación o una protesta, nuestra primera prioridad deben ser esos dos objetivos. Aunque debemos trabajar para mejorar los lugares donde vivimos (Jeremías 29:7), es fácil quedar atrapados en preocupaciones terrenales. Debemos recordar nuestros objetivos. Si una protesta promueve la formación de discípulos y la glorificación de Dios, entonces puede ser una acción justa. Pero si la participación en una protesta viola la ley de Dios o invalida nuestro testimonio cristiano, entonces no puede agradar a Dios.

English



Retornar a la página inicial de Español

¿Debería un cristiano participar en protestas?
Suscríbete a la

Pregunta de la Semana

Comparte esta página: Facebook icon Twitter icon Pinterest icon YouTube icon Email icon
© Copyright Got Questions Ministries