Pregunta
¿Cuál es la historia de Débora y Barac?
Respuesta
El relato de Débora y Barac se encuentra en Jueces 4 y 5 en el Antiguo Testamento. Los israelitas habían estado bajo el control del rey cananeo Jabín y del comandante de su ejército, Sísara. Los cananeos disponían de 900 carros de hierro y gobernaron Israel durante 20 años (Jueces 4:2-3).
Una profetisa llamada Débora juzgó o dictó sentencias para el pueblo de Israel bajo una palmera durante aquel tiempo. Uno de los juicios de Débora fue ordenar a Barac que convocara a 10.000 hombres y atacara al ejército de Jabín. Temeroso de cumplir semejante orden, Barac dijo a Débora: "Si tú vas conmigo, yo iré; pero si no vas conmigo, no iré" (Jueces 4:8, NBLA). Ella respondió: "Ciertamente iré contigo. . . . Sin embargo, el honor no será tuyo en la jornada que vas a emprender, porque el Señor venderá a Sísara en manos de una mujer" (versículo 9, NBLA).
Débora y Barac reunieron entonces 10.000 soldados y atacaron a Sísara y a su ejército. Las tropas de Barac vencieron: "todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada. No quedó ni uno" (Jueces 4:16, NBLA). El propio Sísara huyó a la tienda de una mujer hebrea llamada Jael. Ella le dio de beber leche y lo cubrió con una manta en la tienda. Luego, "Jael... tomó una estaca de la tienda y tomando en la mano un martillo, se le acercó silenciosamente y le clavó la estaca en las sienes, la cual penetró en la tierra, pues él estaba profundamente dormido y agotado, y murió" (versículo 21, NBLA).
Tras esta batalla, "sometió Dios en aquel día a Jabín, rey de Canaán, delante de los israelitas. Y la mano de los israelitas se hizo más y más dura sobre Jabín, rey de Canaán, hasta que lo destruyeron" (Jueces 4:23-24, NBLA). La profecía de Débora se cumplió: Barac venció, Sísara fue asesinado por una mujer y los israelitas fueron liberados de sus enemigos.
El capítulo 5 de Jueces registra el cántico de Débora y Barac, escrito para regocijarse por la victoria de Dios sobre los cananeos. La letra alienta las acciones de Débora y Barac, diciendo: "Despierta, despierta, Débora. Despierta, despierta, entona un cántico. Levántate, Barac, y lleva a tus cautivos, hijo de Abinoam" (Jueces 5:12, NBLA). También se anuncia el papel de Jael: "Bendita entre las mujeres es Jael, mujer de Heber el quenita; bendita sea entre las mujeres de la tienda" (versículo 24, NBLA).
El canto de Débora y Barac también da algunos detalles más sobre la victoria sobre los cananeos: "La tierra tembló, también cayeron gotas del cielo, y las nubes destilaron agua" (Jueces 5:4, NBLA). Evidentemente, Dios utilizó un diluvio para inutilizar los carros de hierro de Sísara. La victoria fue sobrenatural (versículo 20). El capítulo 5 concluye con la afirmación: "Y el país tuvo descanso por cuarenta años". Este impresionante tiempo de paz duró hasta que Madián se hizo con el control de Israel, lo que hizo necesario el ascenso de Gedeón.
Entre las lecciones para hoy de las vidas de Débora y Barac se incluyen las siguientes: 1) Dios a menudo llama a la gente a dar un paso adelante con fe para intentar lo inesperado, 2) Dios con frecuencia utiliza a personas y fuentes improbables para llevar a cabo Sus planes, 3) Dios a veces requiere un gran riesgo y esfuerzo por nuestra parte como parte de Su plan divino. En el caso de Débora y Barac, arriesgaron sus vidas en la guerra, mientras que Jael acogió a un fugitivo y arriesgó su vida para acabar con la suya y ayudar a liberar a Israel de la opresión. En última instancia, este relato revela que Dios tiene el control de las naciones y cambia a sus líderes según Sus deseos.
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