Pregunta
¿Qué significa decir que Dios es mi porción?
Respuesta
David dice: "El Señor es la porción de mi herencia y de mi copa; tú sustentas mi suerte" (Salmo 16:5, NBLA). Otros pasajes que se refieren a Dios como "mi porción" son el Salmo 73:26, el Salmo 142:5 y Lamentaciones 3:24.
La palabra hebrea para "porción" tiene que ver con una ración o una parte de algo dividido. La Nueva Traducción Viviente traduce la palabra hebrea para "porción" como "herencia" en el Salmo 16:5. La Nueva Biblia de las Américas relaciona la palabra porción con herencia: "El Señor es la porción de mi herencia". La "herencia" es una referencia a la asignación de tierra dada a Israel cuando entró en la Tierra Prometida (Números 26:52-56; Josué 14:1-5).
La herencia familiar era de gran importancia en la sociedad hebrea. Dios había dado la tierra a Sus hijos, el pueblo de Israel, y la Ley Mosaica especificaba que la porción de tierra de una familia debía permanecer en la familia (Números 36:7). La ley también ordenaba que sólo los hijos de una esposa legal tenían derecho a la herencia. Si no había hijos varones, la propiedad pasaba a las hijas (Números 27:8), con la condición de que no se casaran fuera de su tribu (Números 36:6ss). Si una viuda se quedaba sin hijos, el pariente más cercano por parte de su marido tenía derecho a casarse con ella y, si este se negaba, el pariente más cercano podía casarse con ella (ver Rut 3:12-13). Si nadie se casaba con la viuda, la herencia permanecía con ella hasta su muerte y luego volvía al pariente más cercano (Números 27:9-11).
Todas las tribus de Israel, excepto una, recibieron una porción de la Tierra Prometida. La tribu sacerdotal de Leví no recibió una herencia de tierra: "Por tanto, Leví no tiene porción o herencia con sus hermanos; el Señor es su herencia, así como el Señor tu Dios le habló" (Deuteronomio 10:9, NBLA). Los levitas no tenían porción de la tierra, pero Dios prometió ser su porción. Él se ocuparía de sus necesidades.
La herencia, tal como se utiliza en las Escrituras, puede referirse a algo más que a la propiedad heredada. También tiene un significado teológico. Los israelitas aprendieron que Dios mismo era la porción o herencia de Su pueblo (Jeremías 10:16). En el Nuevo Testamento, el concepto de herencia también ocupa un lugar importante, ya que está relacionado con la persona y la obra de Cristo. Cristo es el heredero por ser Dios Hijo (Marcos 12:7; Hebreos 1:2). Mediante la obra redentora de Cristo, los creyentes son hijos de Dios por adopción y coherederos con Cristo (Romanos 8:17; Gálatas 4:7). Como garantía de esta "herencia eterna" (Hebreos 9:15), Cristo nos ha dado el Espíritu Santo (Efesios 1:14).
La porción o herencia se otorga a todos los creyentes, tanto judíos como gentiles (Efesios 3:6). La herencia incluye el reino de Dios con todas sus bendiciones (Mateo 25:34), tanto en el presente como en el futuro (Romanos 8:17-23; 1 Corintios 15:50; 1 Pedro 1:3-4). Es totalmente el don de la gracia soberana de Dios. "Nuestra suficiencia proviene de Dios" (2 Corintios 3:5). El Hijo de Dios dice: "Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad" (2 Corintios 12:9). En otras palabras, Dios es nuestra porción.
Cuando un escritor bíblico dice: "Dios es mi porción", quiere decir que Dios es la fuente de su felicidad y bendición. Está contento con todo lo que el Señor es y provee. Tiene la mejor herencia imaginable y no busca ninguna posesión o consuelo fuera de Dios. Riquezas, honor, amigos y fama-nada es tan valioso como las promesas de Dios. "Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre" (Salmo 73:26). Si Dios es nuestra porción, no necesitamos nada más.
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¿Qué significa decir que Dios es mi porción?