Pregunta
¿Acaso el Eneagrama de la Personalidad contradice la Biblia?
Respuesta
Lo que se conoce como el "Eneagrama de la Personalidad" o el "Eneagrama Tradicional" es un complejo sistema para comprender a las personas que algunos pregonan como el más dinámico y abierto de las diversas tipologías, que se ofrece como un camino hacia la liberación o la autorrealización, e incluso se promueve como una forma de conocer a Dios.
El Eneagrama es un símbolo geométrico que contiene nueve puntos y nueve (o más) líneas que se cruzan (la palabra griega para "nueve" era ennea). El símbolo se remonta a Pitágoras y fue George Gurdjieff quien lo introdujo en Occidente en la década de 1900. En la década de 1960, el profesor de ocultismo Oscar Ichazo relacionó el símbolo con nueve tipos diferentes de personalidad. Ichazo enseñó un sistema de 108 eneagramas, pero los que más calaron en Estados Unidos fueron los de las Pasiones, las Virtudes, las Fijaciones y las Ideas Santas. El objetivo de Ichazo era explicar la diferencia entre Esencia y personalidad (o ego). Creía que toda persona es, en su Esencia, perfecta y está en unidad consigo misma y con el cosmos. Sin embargo, la Esencia se distorsiona en el ego. Ichazo veía el Eneagrama como una forma de examinar cómo se produce esa distorsión.
Existen diversas teorías modernas sobre el Eneagrama. El Eneagrama de la Personalidad actual procede de una ampliación que Claudio Naranjo hizo del trabajo de Ichazo, con adiciones posteriores de Don Riso y Russ Hudson. La idea de los nueve tipos de personalidad se basa en el concepto de las nueve formas divinas (Platón y, más tarde, Plotino), los siete pecados capitales y las tradiciones de la Cábala. Ichazo recibió influencias de muchas tradiciones religiosas, ocultistas y filosóficas, como el judaísmo místico (Cábala), el catolicismo romano, el budismo, el islamismo, el taoísmo y la filosofía griega. Así pues, el Eneagrama de la Personalidad es una síntesis de muchas y diferentes ideas.
De acuerdo con el Instituto del Eneagrama, el Eneagrama puede ayudar a las personas a restablecer el equilibrio de su "estructura de personalidad" y a desarrollar las cualidades espirituales y psicológicas más deseables. Los que creen en el Eneagrama buscan desentrañar el misterio de su "verdadera identidad". Se ven a sí mismos como seres espirituales que han perdido el contacto con su verdadera naturaleza. Una vez que descubren su "verdadero yo" -mediante el Eneagrama- experimentan un despertar espiritual lleno de libertad y gozo, una especie de "conversión". Así pues, el Eneagrama se considera una herramienta mística para resolver el problema de la humanidad (la falta de autoconocimiento) y proporcionar los medios de salvación (el autodescubrimiento).
El Eneagrama de la Personalidad, tal y como se ha popularizado en Occidente, incluye nueve tipos de personalidad. Estos son (1) El Reformador, (2) El Ayudante, (3) El Realizador, (4) El Individualista, (5) El Investigador, (6) El Leal, (7) El Entusiasta, (8) El Desafiante y (9) El Pacificador. Cada tipo de personalidad también tiene al menos un "ala". Las alas son los números a ambos lados de cada tipo básico; por ejemplo, un tipo 2 (Ayudante) tendría un ala de tipo 1 o de tipo 3, que modifica la forma en que se expresa la personalidad dominante. Cada personalidad también tiene un rango de funcionalidad, con tres niveles que se consideran saludables, tres que se consideran medios y tres que se consideran poco saludables.
Para mayor complejidad, cada tipo de personalidad del Eneagrama también se compara con otros dos tipos en términos de integración (seguridad o crecimiento) o desintegración (estrés). Cuando está bajo estrés, uno de estos perfiles se comporta a menudo como lo haría alguien que se encontrara en un rango poco saludable de otro perfil. Por ejemplo, según el Eneagrama, un tipo 2 bajo estrés actuará como un tipo 8 poco saludable. Pero un tipo 2 que se mueve en la dirección del crecimiento actuará más como un tipo 4 saludable.
Los tipos de personalidad del Eneagrama también se agrupan en "Centros". Cada Centro está formado por tres tipos que comparten puntos fuertes y débiles comunes. Los nueve tipos se dividen en el Centro Instintivo, el Centro Emocional y el Centro Pensante. Cada centro se caracteriza además por una emoción dominante: ira, vergüenza y miedo. Las distinciones establecidas pretenden demostrar una forma de ser dominante, no la única.
La mayoría de los modelos psicológicos y sistemas filosóficos contienen algo de verdad, y el Eneagrama de la Personalidad no es una excepción. Hay algunas ideas asociadas con el Eneagrama que resonarán con los estudiantes de la Biblia y parecerán ser útiles. Lo que es peligroso es el propósito del Eneagrama, tal como lo presentan sus promotores más destacados:
• El fraile católico Richard Rohr escribe que el Eneagrama "tiene que ver con el cambio y con dar un giro, con lo que las tradiciones religiosas llaman conversión o arrepentimiento" (Rohr, R., y Ebert, A., El Eneagrama: Una perspectiva cristiana, Crossroad Pub. Co., 2019, p. 4).
• Otro autor católico romano, Christopher Heuertz, cree que el Eneagrama es mucho más que una herramienta de personalidad ya que proporciona "nueve maneras en las que podemos encontrar nuestro camino de regreso a Dios" (Heuertz, C. L., El Eneagrama Sagrado: Encontrando tu camino único hacia el crecimiento espiritual, Zondervan, 2017, p. 25).
• El sacerdote episcopal, podcaster y autodenominado "despertador de personas" Ian Cron hace la audaz afirmación de que "cada número del Eneagrama nos enseña algo sobre la naturaleza y el carácter del Dios que nos hizo" (Cron, I. M., y Stabile, S., El camino para volver a ti: Un viaje del Eneagrama hacia el autodescubrimiento, InterVarsity, 2016, p. 228).
El problema con cada una de las afirmaciones anteriores es la idea de que el Eneagrama, y no las Escrituras, proporciona la salvación, el crecimiento espiritual y la santificación. Los cristianos creen en la suficiencia de las Escrituras en todos estos temas. No podemos llegar a conocer mejor a Dios a través de un sistema que pasa por alto las Escrituras. No necesitamos una forma de misticismo con raíces en el catolicismo romano, la teoría psicológica y el ocultismo para comprender a Dios.
Cuando se considera como un medio para lograr algún tipo de liberación espiritual o crecimiento espiritual, el Eneagrama obviamente contradice la Biblia. Tiene apariencia de piedad, pero niega su poder" (2 Timoteo 3:5). El Instituto del Eneagrama tiene razón en que somos seres espirituales y que no estamos viviendo como deberíamos. Sin embargo, la solución no es ponernos en contacto con nuestra "verdadera naturaleza", sino clamar a Dios por la salvación. Somos pecadores que necesitamos el perdón de Dios (Romanos 3:23; 6:23), el cual está disponible por Su gracia mediante la fe en Jesús (Efesios 2:8-9). Los que están muertos en pecado (Efesios 2:1) no pueden despertarse espiritualmente por sí solos; deben recibir la vida de Cristo, independientemente de su personalidad. En Cristo nacemos de nuevo y somos transformados (2 Corintios 5:17). Es a través de Su poder que obra en nosotros que llegamos a ser justos (Filipenses 1:6; 2 Corintios 3:18). Estamos destinados a vivir para Su gloria. No hay nada en el Eneagrama que proceda de la Biblia.
El Dr. Gary Gilley, que ha investigado el asunto a fondo, resume el problema con el Eneagrama: "El Eneagrama sigue siendo una teoría no probada, que no tiene validación científica, médica o psicológica, y está totalmente ausente de las páginas de las Escrituras" (Gilley, G. E., "El Eneagrama, Parte 2", Piensa en Estas Cosas, Vol. 26, Edición 3, Junio/Julio 2020, p. 4).
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